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Trabajo Práctico 7 - Los Recursos Naturales /La Problemática ambiental

Trabajo Práctico 7 - Los Recursos Naturales /La Problemática ambiental

Actividades de comprensión lectora

1)    Establecer cronológicamente las diversas fuentes de energía que el ser humano fue empleando a lo largo del tiempo.

2)    Pensar y relatar acerca de cómo fue evolucionando el impacto producido a la naturaleza a lo largo del tiempo.

 

3)    Completa el siguiente cuadro

 

Recursos

Características

Ejemplos

Renovables 

   

No Renovables

   

Perpetuos

   

 

4)    Responde:

a)    ¿Cuáles son los tres modos de manejo de los recursos y en qué consiste cada uno de ellos?

b)    ¿En qué consiste el desarrollo sostenible?

5)    Realiza el subrayado de ideas sobre la clasificación de los problemas ambientales, realiza un resumen y luego elabora una red conceptual

 

Información para realizar las actividades

Los Recursos Naturales 

Definición de los Recursos Naturales: Son todos aquellos materiales y fuentes de energía que se encuentran en la naturaleza y que el ser humano puede utilizar para satisfacer sus necesidades. 

Clasificación de los Recursos Naturales

Perpetuos: Son aquellos que se encuentran en cantidades enormes que no hay que preocuparse por su agotamiento, aunque sí por su contaminación. Al ser absolutamente abundantes y accesibles a todos no tienen un valor económico. Ejemplos: Aire, agua, radiación solar, energías provenientes de los ríos el viento o el oleaje, etc. 

Renovables: Son aquellos que integran un ciclo vital y la naturaleza se encarga de generarlos nuevamente. Presentan el inconveniente que si son indebidamente explotados se produce su extinción. Ejemplos: suelo, agua dulce, fauna y flora.

No Renovables: Son aquellos que una vez extraídos de la naturaleza esta no los vuelve a regenerar. En realidad, pueden regenerarse en ciclos de millones de años. Ejemplos: Petróleo y gas, carbón mineral, minerales y rocas.

Historia del uso de los recursos naturales 

A través de distintos cambios culturales, el hombre ha logrado un mayor control de la naturaleza. Por varios millones de años, la escasa población vivió diseminada en pequeños grupos de recolectores y cazadores. El impacto ambiental de su actividad era muy pequeño y localizado por su escaso número, la dependencia de la fuerza muscular y las rudimentarias herramientas que utilizaban. Vivía en la naturaleza, en cooperación con ella. Hace alrededor de 10.000 años, en distintas partes del planeta, se produjo la Revolución Agrícola, a través de la domesticación de plantas y animales. La difusión de este nuevo modo de producción significó el aumento de la producción de alimentos y la posibilidad de almacenarlos, y la disminución de la población afectada a la búsqueda de alimentos. Esto trajo como consecuencia la sedentarización, el aumento de la población, la división de funciones dentro de las comunidades y el surgimiento del ejército para defender la tierra y la provisión de agua. El crecimiento y la difusión de la agricultura, y el consiguiente surgimiento de los centros, urbanos, condujeron a una masiva deforestación, el arado de extensas áreas de pasturas, y la utilización de las aguas para la irrigación y el consumo en las ciudades. La naturaleza comenzó a ser percibida como algo a conquistar y utilizar según las necesidades humanas. La relación se fue transformando en el hombre en contra de la naturaleza. El próximo gran cambio cultural fue la Revolución Industrial, cuando a través de las maquinarias se pudo utilizar gran cantidad de energía a bajo costo de la combustión del carbón, y más tarde del petróleo, gas, y uranio. Desde entonces, la transformación gradual de la industrialización incipiente a la industrialización avanzada de los países desarrollados ha significado un aumento significativo en el uso de energía, la productividad agrícola, la expectativa de vida, y la producción de desechos. El impacto ambiental ha sido creciente: se han intensificado problemas ya existentes y se han creado otros que han adquirido escala planetaria. El proceso de industrialización les ha dado a los hombres un control creciente sobre la naturaleza y ha disminuido el porcentaje de población que vive en contacto directo con ella. Como resultado, se ha acentuado, especialmente en los países desarrollados, la percepción del petróleo en 1973 y de una serie de desastres ambientales provocados por el hombre ha crecido la conciencia de los límites del crecimiento económico y de la necesidad de un retorno a un desarrollo con la naturaleza y no en su contra.

Manejo de los Recursos Naturales a lo largo de la historia

Desde siempre la humanidad fue utilizando los distintos recursos naturales de acuerdo a sus necesidades. Con el paso del tiempo y a causa del crecimiento de la población mundial los recursos se fueron usando en mayor cantidad. Dada la intensidad del uso se fueron sucediendo distintas formas de manejar los recursos, unas muy perjudiciales para el medio ambiente, otras que respetando la naturaleza promueven formas de manejo que permitan preservar los recursos por más tiempo. De esta manera se sucedieron las siguientes formas de manejo: el explotacionismo, conservacionismo y ecodesarrollismo.

Explotacionismo (o Extractivismo). El explotacionismo es una forma de manejo de los recursos naturales que consiste en la utilización de éstos en una forma irracional, sin interesar si se agotan o no, todo lo que importa es obtener el mayor provecho económico de esos recursos. En pocas palabras consiste en extraer mucho y rápido de un lugar determinado sin pensar si se agota o extingue el recurso dado que si esto sucediere se busca un nuevo lugar de aprovisionamiento.

Conservacionismo. El conservacionismo nace aproximadamente en 1930 a partir de la aparición de problemas ambientales desastrosos producidos por el extractivismo. Propone que no se utilice los recursos de manera irracional e incontrolada hasta agotarlos, sino que hay que protegerlos, conservarlos y limitar la explotación a lo estrictamente necesario. Esta postura propone la creación de áreas y parques protegidos.

Ecodesarrollismo. El ecodesarrollismo, surgió en las últimas décadas del siglo XX como una preocupación por los daños económicos y sociales producidos por la contaminación. Propone la utilización de los recursos naturales de manera racional, obteniendo provecho de ellos, pero sin llegar a ponerlos en peligro. Por ejemplo, si se utiliza madera de un bosque, se replantan árboles para sustituir aquellos que se han consumido. Propone utilizar los recursos de forma tal que se logren satisfacer las necesidades de las sociedades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. Lamentablemente este tipo de desarrollo no puede ser aplicado en muchos países, en general subdesarrollados dado que sólo cuentan con la explotación de sus recursos para poder subsistir económicamente. Esta postura sienta las bases del desarrollo sostenible. 

El desarrollo sostenible

El término desarrollo sostenible, perdurable o sustentable se aplica al desarrollo socioeconómico y fue formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición se asumiría en el Principio 3º de la Declaración de Río (1992): Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades. El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ambiental, económica y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana.

La problemática ambiental

Clasificación de los problemas ambientales de acuerdo a su origen.

Naturales: Son aquellos sucesos naturales que por su intensidad afectan a las sociedades en mayor o menor medida pudiendo afectarlas seriamente produciendo una catástrofe. Es importante reconocer que un hecho natural jamás constituye una catástrofe por si misma. Un terremoto o un huracán no son en sí catástrofes sino manifestaciones o fenómenos propios de una dinámica natural planetaria. La catástrofe es siempre social dado que es la sociedad la que se ve afectada en sus vidas, proyectos y bienes materiales. Un volcán en erupción en medio de la cordillera andina no es un “desastre” sino una manifestación de una actividad geológica natural; el desastre social se desencadenaría sólo si cercanamente al área circundante a esa manifestación se encontrase una sociedad inadvertida y vulnerable frente a las amenazas de dichos fenómenos geológicos.  

Entre los fenómenos desencadenantes de catástrofes o desastres sociales se pueden citar a los de origen geológico (sismos, tsunamis, volcanes, colapsos, remoción en masa), hídrico (inundaciones), climáticas (sequías, inundaciones, ciclones tropicales).

Antrópico o tecnológico: Son aquellos sucesos originados exclusivamente por las acciones humanas. Se dan partir de una falta de control en las actividades cotidianas y en el empleo de las distintas tecnologías. Entra en esta categoría la contaminación de los distintos medios terrestres que se dan como resultado de la lenta acumulación de sustancias ajenas a la dinámica natural como también a hechos repentinos y violentos como un accidente nuclear o la rotura de un buque tanque petrolero. Son innumerables las acciones humanas generadoras de catástrofes, a continuación se enumerarán algunas: contaminación de diverso origen desde cotidiana a industrial) y de todos los medios (agua, aire, suelo), accidentes (derrames de químicos, rotura de buques, ductos y cisternas petroleras, incendios y explosiones) acciones bélicas, destrucción de medios naturales (deforestación, sobrepastoreo),  Muchas de estas acciones son conducentes a problemáticas ambientales muy severas que llevan a la pérdida de la biodiversidad, la destrucción de la capa de ozono, las lluvias ácidas, la desertificación, el efecto invernadero y el cambio climático global. 

Clasificación de los problemas ambientales de acuerdo a la escala.

Los problemas ambientales presentan un desarrollo sobre la superficie de la Tierra que puede variar en su tamaño. Pueden ser muy pequeños cuando afectan a una sola localidad que puede restringirse a una manzana, pero también puede tener consecuencias en un espacio enorme afectando a la totalidad de la superficie planetaria. Se pueden clasificar de menor a mayor escala en tres grandes tipos de problemas ambientales: 

Locales o regionales: se entiende que afectan áreas que en términos generales pueden abarcar superficies desde un lote urbano hasta una provincia. Tienen efectos que en general son puntuales. Se destacan los siguientes: uso inadecuado del suelo, deterioro de ambientes humanos, degradación de recursos hídricos, pérdida de patrimonio biológico, deterioro de recursos forestales, pérdida y deterioro de recursos del mar y costeros, contaminación por recursos mineros y energéticos, agotamiento de recursos mineros y energéticos, degradación ambiental por actividades industriales. Las catástrofes de origen natural casi siempre revisten una escala local a regional.

Internacionales: involucran a más de un país. Se encuentran dentro de esta escala la degradación de cuencas y ecosistemas compartidos, las lluvias ácidas, la contaminación por residuos tóxicos y los conflictos armados.  Globales: Tienen influencia sobre toda la superficie del planeta Tierra. Se pueden citar: calentamiento climático global, pérdida de biodiversidad, riesgo nuclear, adelgazamiento de la capa de ozono, deterioro de los océanos, deterioro de la Antártida y contaminación del espacio exterior. (Los ejemplos fueron tomados de Blanco, Fernández Caso y Gurevich).