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Trabajo Práctico 13 – “La vida Urbana y rural”

Trabajo Práctico 13 – “La vida Urbana y rural”

Actividades de comprensión lectora

  1. Lee el texto “La Nueva Ruralidad” (Pág. 217) y responde

 

  1. ¿Por qué surgió la necesidad de utilizar el concepto de nueva ruralidad?
  2. ¿Cuáles son los aspectos de la nueva ruralidad que no estaban contemplados en las formas tradicionales de definir los espacios rurales?

 

  1. Tacha la palabra incorrecta en las siguientes oraciones
    1. En América Latina/anglosajona, las ciudades crecieron mucho y rápido, en general, desde mediados del siglo xx/xix (más tardíamente que en América Latina/anglosajona).
    2. Un claro ejemplo lo constituye la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en el centro de la Ciudad de México/ Ciudad de Quito. Esta plaza, también llamada Conjunto Habitacional de Tlatelolco/Tlaxcalteca, reúne un conjunto de edificaciones diferentes entre sí respecto de las formas y los materiales usados y recibe ese nombre porque los estilos arquitectónicos provienen de tres etapas o momentos geográficos/históricos muy diferentes: la etapa pre colonial, la colonial y la republicana (que abarca desde la conformación de los Estados internacionales/nacionales hasta hoy).
    3. En la periferia de las ciudades se localizan las áreas urbanas/periurbanas, consideradas espacios donde se ve la influencia de las características más tradicionales de la ciudad y las del campo.
  2. Marca con una X la respuesta correcta
    1. Muchas grandes ciudades incorporaron centros urbanos más pequeños que se localizaban en sus cercanías y dieron lugar a aglomerados, es decir, el conjunto de varias localidades. Los aglomerados más grandes, con una influencia importante a nivel nacional y regional, son conocidos con el nombre de…:

                                          i.    Campanópolis

                                         ii.    Metrópolis

                                        iii.    Megalópolis

 

  1. Los sectores más vulnerables de las poblaciones en las ciudades habitan

                                          i.    Barrios sin planificación

                                         ii.    Barrios residenciales

                                        iii.    Barrios provistos de servicios básicos

 

  1. Los cambios que se produjeron en los espacios rurales son…:

                                          i.    Incorporaciones tecnológicas

                                         ii.    Dificultades de acceso a los servicios esenciales

                                        iii.    Actividades exclusivamente primarias

 

  1. Los nuevos usos del espacio rural son:

                                          i.    Actividades agropecuarias

                                         ii.    Turismo

                                        iii.    Residencia de la población urbana

 

 

  1.  Lee el siguiente fragmento y luego realiza las actividades propuestas.

   

  1. ¿Cómo se relaciona el texto con los procesos de desindustrialización y crecimiento del sector terciario en las ciudades?

 

Información para realizar las actividades

La mayoría de los habitantes de América viven en ciudades. Esto se debe a diversas causas, entre las que se destacan el poblamiento colonial, que dio origen a numerosas ciudades, la industrialización, que generó zonas urbanas de alta concentración, y las migraciones del campo a la ciudad. Por otra parte, se han producido cambios en los espacios rurales, hoy más vinculados con las ciudades a través de una mayor variedad de actividades.

 

La vida Urbana y rural /Movimientos sociales (Libro de Texto)

La mayoría de los habitantes de América vive en ciudades. Esto se debe a diversas causas, entre las que se destacan el poblamiento colonial, que dio origen a numerosas ciudades, la industrialización, que generó zonas urbanas de alta concentración, y las migraciones del campo a la ciudad. Por otra parte, se han producido cambios en los espacios rurales, hoy más vinculados con las ciudades a través de una mayor variedad de actividades.

Ciudades americanas

En la etapa del dominio de los pueblos originarios, previa a la colonización europea, solo algunos pueblos habían construido ciudades en América, como los mayas, aztecas e incas. Luego, surgieron muchas ciudades en la etapa colonial; algunas son en la actualidad, capitales y puertos importantes. Desde fines del siglo xix, la organización de las actividades económicas industriales influyó mucho en el crecimiento de las ciudades ya existentes, del mismo modo que en la aparición de nuevos asentamientos urbanos.

Las ciudades americanas se encuentran en constante crecimiento y la proporción de población urbana es cada vez mayor. De manera contraria, el porcentaje de población rural disminuye. Este fenómeno se denomina proceso de urbanización y ha sido muy importante en la distribución territorial de la población, no solo en América sino en todo el mundo.

En América Anglosajona, las ciudades tomaron impulso desde que allí se inició la Segunda Revolución Industrial, a fines del siglo xix. En Estados Unidos se formó una densa y extendida red de ciudades de distintos tamaños y muy bien conectadas en todo su territorio. En Canadá, al contrario de su vecino, las ciudades se concentraron en dos zonas claramente polarizadas: la del este, sobre el río San Lorenzo y los Grandes Lagos, y la del oeste, en la costa del Pacífico.

En América Latina, las ciudades crecieron mucho y rápido, en general, desde mediados del siglo xx (más tardíamente que en América Anglosajona). Además, entre estos países se encuentran diferencias en el grado de urbanización; por ejemplo, en algunos, los porcentajes de población urbana son mayores que en otros: es el caso de Uruguay, Venezuela, Colombia, la Argentina, México y Brasil. En estos tres últimos países la industrialización es uno de los principales factores que influyeron en la urbanización. Asimismo, existen en ellos varias de las ciudades más grandes del mundo.

 Ciudades con historia

En algunas ciudades de América es posible encontrar huellas de distintos momentos históricos, desde la etapa previa a la llegada de la conquista colonial europea hasta la actualidad.

Esto es así porque a través de los años, los habitantes de las ciudades desarrollan determinadas actividades que requieren construcciones específicas, como por ejemplo, las pirámides aztecas para las ceremonias religiosas. Algunas construcciones se deterioran o desaparecen: otras permanecen por más tiempo, por ejemplo, porque siguen cumpliendo una función en la ciudad.

Un claro ejemplo lo constituye la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en el centro de la Ciudad de México. Esta plaza, también llamada Conjunto Habitacional de Tlatelolco, reúne un conjunto de edificaciones diferentes entre sí respecto de las formas y los materiales usados y recibe ese nombre porque los estilos arquitectónicos provienen de tres etapas o momentos históricos muy diferentes: la etapa pre colonial, la colonial y la republicana (que abarca desde la conformación de los Estados nacionales hasta hoy).

Al observar la imagen de la plaza en esta página es posible identificar, en primer plano, a la izquierda, superficies planas y bajas. Son las construcciones más antiguas, que fueron realizadas antes de la llegada de los españoles a América. Se calcula que datan de hace unos 600 años y formaban parte de la ciudad de Tlatelolco (fundada por los mexicas en 1338, muy próxima al norte de Tenochtitlán). Estas construcciones respondían a las necesidades de la sociedad de aquella época, con edificios religiosos, pirámides y un mercado que abastecía de productos a la región. El mercado fue el primer centro de intercambio de productos y mercancías de los aztecas, y el más importante en el México prehispánico.

En la imagen también se puede ver una iglesia con sus torres (una de ellas contiene un campanario). Se trata de la iglesia católica de Santiago de Tlatelolco. Esta construcción data de los. siglos en los que los españoles dominaron y organizaron el territorio mexicano (y americano), donde la Iglesia católica tuvo un rol central. De este período surge también el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, una institución educativa encargada de la evangelización de los niños indígenas.

Finalmente, es posible distinguir un conjunto de edificios modernos, de gran altura y líneas rectas. Su construcción corresponde a mediados del siglo xx. Entre ellos se destaca, a la derecha de la foto, la Torre de Tlatelolco, la más alta, que albergó oficinas gubernamentales y actualmente es el Centro Universitario de Tlatelolco de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los distintos momentos históricos de una ciudad no siempre son tan visibles como en el caso de la Plaza de las Tres Culturas. Pero todas las ciudades tienen historias de cambios, algunos más veloces o radicales y otros más pausados.

Urbanización metrópolis y ciudades globales

Se calcula que en la actualidad el 50% de la población mundial vive en zonas urbanas, mientras que a comienzos del siglo xix el porcentaje era del 3%. El continente americano presenta niveles por encima de estos valores mundiales, ya que el 80% de la población americana habita en espacios urbanos.

El proceso de urbanización en América está fuertemente relacionado con el de industrialización. Como ya leíste, la expansión industrial significó la aparición de nuevas actividades y la demanda de trabajadores. Pero se observan diferencias entre lo ocurrido en América Anglosajona y América Latina.

La urbanización se extendió primero en América Anglosajona, en el contexto de la Segunda Revolución Industrial, donde crecieron importantes ciudades industriales y otras vinculadas con ellas, en especial en Estados Unidos.

En América Latina la urbanización fue posterior, relacionada con la etapa de sustitución de importaciones (entre las décadas de 1930 y 1960) y comenzó primero en unos países, como la Argentina y Chile, y luego se propagó a otros. Hacia la década de 1960, se frenó el proceso de sustitución de importaciones, pero la urbanización continuó con fuerza hasta 1990. Muchas personas que migraron del campo a las grandes ciudades no encontraron trabajo y pasaron a aumentar los sectores pobres urbanos.

El proceso de urbanización en América Latina fue muy acelerado en el siglo pasado, desde 1950 hasta 1990. La región pasó de tener 40% de la población residiendo en ciudades al inicio de ese período, a 70% cuarenta años después. En este proceso han desempeñado un importante papel las migraciones procedentes de las zonas rurales, que tienen como causa, entre otras, la búsqueda de un empleo, de un salario más alto, de mejores servicios sanitarios y educativos, etc. Este proceso transforma a las ciudades, pero también a las áreas rurales, ya que el movimiento implica pérdida de población en el campo.

La conformación de metrópolis

El progresivo crecimiento de las ciudades no solo produjo un aumento en la cantidad de habitantes. También crecieron al expandirse espacialmente. Así, muchas grandes ciudades incorporaron centros urbanos más pequeños que se localizaban en sus cercanías y dieron lugar a aglomerados, es decir, el conjunto de varias localidades. Los aglomerados más grandes, con una influencia importante a nivel nacional y regional, son conocidos con el nombre de metrópolis.

Entre las metrópolis americanas con más de 10 millones de habitantes se encuentran Nueva York, Los Ángeles, México D.F., San Pablo, Gran Buenos Aires y Río de Janeiro. Y entre las que tienen entre 5 y 10 millones de habitantes se destacan Chicago, Toronto, Boston, Filadelfia, Houston, Atlanta, Lima, Bogotá, Santiago de Chile y Belo Horizonte. Estas ciudades no solo concentran la mayor cantidad de población del continente, sino que también son centros económicos, culturales, políticos y financieros a nivel nacional.

A veces, varias metrópolis unidas conforman grandes conjuntos urbanos (que incluyen ciudades de todo tamaño) conocidas con el nombre de megalópolis o corredores urbanos. Muchas de ellas se encuentran unidas por importantes vías de comunicación terrestre. Por ejemplo, el eje fluvial del Paraná de la Plata en la Argentina (que constituye un área urbana casi continua desde Rosario hasta La Plata), o el área comprendida entre Boston y Washington en el este de los Estados Unidos. También tiene estas características el área que comprende San Pablo, Campinas y la Baixada Santista en el sudoeste de Brasil

Las ciudades de la globalización

En las últimas décadas se habla de ciudades globales para nombrar a algunos de los centros urbanos más grandes del mundo. Se distinguen por concentrar actividades especiales, fundamentalmente económicas y financieras. Las ciudades globales concentran actividad financiera de relevancia mundial y suelen ser sedes de las principales empresas multinacionales. También nuclean importantes servicios de transporte -especialmente aéreo- y telecomunicaciones que permiten la vinculación de manera instantánea con el resto del mundo. Además, muchas de las decisiones que se toman en ellas tienen alcance mundial; Nueva York, París, Tokio y Londres se encuentran entre las principales ciudades globales. Algunas ciudades latinoamericanas como San Pablo, el Distrito Federal de México y Buenos Aires también se destacan por tener una relevancia que va más allá de las fronteras de sus países.

Las ciudades pequeñas e intermedias

Además de los procesos por los cuales se destacan las ciudades de mayor tamaño, en las últimas décadas se evidencia un gran crecimiento de las pequeñas e intermedias. Esto se explica porque estos centros urbanos han incorporado progresivamente servicios básicos de agua, saneamiento, comunicaciones y transporte que los han hecho atractivos como lugares de residencia y de localización de empresas y servicios, que a su vez atraen más población. El crecimiento de las ciudades pequeñas e intermedias tiende a revertir la tendencia histórica a la concentración de población en grandes ciudades, que ha caracterizado la historia de algunas regiones de América Latina.

Cambios en los espacios urbanos

Además, dé su relación con otras ciudades y con espacios más amplios como los globales, nacionales o regionales, las ciudades han experimentado transformaciones en su interior. Por ejemplo, en el caso de aquellas con una historia industrial, es el progresivo retiro de las actividades industriales de las áreas centrales.

Este cambio de radicación de la industria se relaciona, por un lado, con la disminución de las actividades industriales (desindustrialización). Por otro lado, muchas empresas han decidido mudar sus plantas de producción hacia áreas periféricas de las ciudades. Esto generó transformaciones en los antiguos espacios fabriles del centro de las ciudades, que fueron abandonados por las industrias y por las actividades comerciales vinculadas a ellas, y también produjo cambios en la periferia (las zonas más alejadas del centro de la ciudad).

En las últimas décadas, en los espacios urbanos también crecieron las actividades relacionadas con el sector terciario de" la economía, es decir, los servicios. Muchas ciudades que se caracterizaron por concentrar actividades industriales, en la actualidad son importantes centros de servicios. Entre ellos tienen un rol destacado los vinculados con el ocio y el entretenimiento. Es decir, las ciudades muestran un notable crecimiento de los espacios de recreación y consumo, como por ejemplo los centros comerciales y culturales -con cines, teatros, museos, galerías de arte- y barrios renovados que atraen tanto población permanente como turistas.

La vida en las ciudades: problemas y desafíos

Las ciudades fueron, históricamente, lugares en los que se podía acceder a un conjunto de servicios que, muchas veces, no había en los espacios rurales: electricidad, agua potable, salud y educación. Sin embargo, la vida urbana también implica dificultades, especialmente para los sectores más vulnerables de población.

El acceso al suelo urbano, la vivienda y los servicios domiciliarios

A medida que las ciudades crecieron se fueron definiendo diferentes áreas residenciales. Algunas de ellas albergan a los sectores sociales que cuentan con mayor poder adquisitivo y están bien provistas de los servicios básicos. Otros barrios, en cambio, como los surgidos y desarrollados a partir de los procesos migratorios campo-ciudad en Latinoamérica, presentan condiciones deficientes de equipamiento y acceso a los servicios. En algunos casos, estos barrios surgieron de manera espontánea, sin planificación, y se localizaron en aquellos lugares donde, por diferentes motivos, el valor del suelo es menor, por ejemplo, áreas abandonadas debido a la desindustrialización, zonas periféricas que no poseen servicios básicos, lugares con condiciones ambientales deficientes, etc. En esos barrios, las viviendas suelen ser precarias, al igual que algunos de los servicios domiciliarios, porque las redes de provisión no se extienden hasta ahí. En ciertos casos, esta situación deficiente se combina con dificultades para acceder a los servicios de transporte público que conectan distintos puntos de la ciudad. En estos barrios suelen localizarse los grupos sociales urbanos con menor poder adquisitivo.

Las problemáticas ambientales

Los ambientes urbanos están fuertemente asociados con problemáticas ambientales variadas. Entre ellas se destacan:

La contaminación del agua. Muchos de los cursos de agua que atraviesan o se encuentran en las cercanías de las ciudades reciben residuos líquidos (sin tratamientos previos) provenientes sobre todo de las industrias cercanas. La alta concentración de sustancias contaminantes en el agua (que también puede pasar al suelo) suele tener consecuencias graves para la salud de la población de la zona.

La contaminación del aire. El transporte terrestre, la generación de energía eléctrica (con quema de carbón) y la producción industrial son las principales fuentes de contaminación del aire. Esto hace de los ámbitos urbanos lugares donde las concentraciones de contaminantes en el aire son elevadas.

La generación de residuos sólidos. La disposición final de la basura que se genera en las ciudades es un problema que ha ido creciendo con el tiempo. En los últimos años se ha tratado de fomentar en la población la idea del reciclado de algunos residuos.

Las inundaciones y otros desastres naturales. Algunas áreas urbanas padecen cada tanto desastres naturales como las inundaciones, los terremotos, las erupciones volcánicas, etc. En algunos casos, los efectos de estos desastres podrían ser mitigados mediante acciones de políticas públicas.

La cuestión del transporte. Es una de las problemáticas actuales de los ámbitos urbanos. Algunos de esos problemas son la congestión vehicular (generada por el uso intensivo del automóvil); la gran cantidad de vehículos que circula por las ciudades y hace más lentos los tiempos de traslado de un punto a otro; la contaminación del aire; el aumento de los ruidos molestos, etc. Para superar esta situación en muchos países se ha incentivado el uso del transporte público o medios alternativos de transporte, como la bicicleta.

 

 

Países

Vehículos (Incluye automóviles, autobuses y vehículos de carga)

Estados Unidos

786

México

278

Uruguay

217

Chile

198

Ecuador

71

Perú

67

Cantidad de vehículos cada 1000 habitantes (2011)

 Las iniciativas de renovación urbana

Muchas ciudades cuentan con centros históricos, que son las áreas de ocupación más antigua. En ocasiones, como en el caso de la Plaza de las Tres Culturas de Ciudad de México, se conservan edificaciones de otros momentos históricos. Algunos centros históricos experimentaron procesos de abandono, caracterizados por la salida de la población con mayores recursos económicos y su reemplazo por sectores populares que ocupaban las viviendas de categoría que se deterioraban con el paso del tiempo. En otros casos, en las áreas centrales quedaron edificios abandonados (donde antes funcionaban industrias) que luego fueron ocupados por los sectores de menores recursos. En ocasiones ha pasado algo similar con la infraestructura portuaria que quedó en desuso. En la actualidad, algunas de estas áreas centrales han sido objeto de propuestas de transformación a las que se conoce con el nombre de renovación urbana.

En general, se trata de incentivar la valorización de estas áreas históricas mejorando su aspecto y dándoles nuevos usos a las edificaciones. Para ello se encaran tareas de mejoramiento de las fachadas y se restauran los edificios históricos. Estos muchas veces se destinan a albergar un museo o centro cultural.

Estos centros históricos transformados comienzan a ser atractivos para realizar inversiones vinculadas a la prestación de servicios para residentes o turistas. Así se produce un aumento del valor del suelo y de las viviendas. Y esto va acompañado, frecuentemente, de la salida de aquellas personas que habitaban estas áreas cuando era importante el nivel de deterioro. Por ejemplo, el precio de las viviendas y de los alquileres de las propiedades restauradas se encarecen tanto con la renovación, que ya no están al alcance de los sectores de menores recursos y deben mudarse a otras áreas más accesibles. Y estos espacios pasan a ser ocupados por la clase media o la gente de mayores ingresos.

Cambios en los espacios rurales

·         Tradicionalmente los espacios rurales se han caracterizado por ser ámbitos que reúnen algunas de estas características:

·         Tienen baja densidad de población y pequeñas localidades con población dispersa.

·         Las extensiones de tierra se utilizan para las actividades del sector primario: agricultura, ganadería, explotación forestal, minería, etcétera.

·         La población rural está ocupada básicamente en las actividades primarias.

·         Suelen ser espacios donde la población tiene dificultades de acceso a los servicios esenciales, como la provisión de agua potable, la red cloacal, la energía eléctrica, los servicios de salud, la educación.

Estos aspectos caracterizan a la mayoría de los espacios rurales a nivel mundial. En los últimos siglos se produjeron cambios relacionados con la expansión de las actividades industriales y las transformaciones sociales, territoriales y tecnológicas que modificaron tanto los espacios urbanos como los rurales.

Urbanización y modernización del campo

 Cuando la actividad industrial situada en las ciudades comenzó a demandar mano de obra, esta provino fundamentalmente de las áreas rurales y generó importantes movimientos migratorios y, en consecuencia, una progresiva disminución de población en dichas áreas. Las ciudades ofrecían alternativas laborales y, también, mejoras en las condiciones de vida por el acceso a todo tipo de' bienes y servicios ausentes en los espacios rurales. Pero esos atractivos urbanos no son las únicas razones que explican el proceso migratorio. Algunos cambios en los espacios rurales también dan cuenta de la salida de la población; por ejemplo, la generalización del uso de maquinarias agrícolas que permitió reducir la mano de obra empleada en las diferentes tareas del campo. Estados Unidos fue uno de los primeros países que incorporaron innovaciones en las tareas rurales; por ejemplo, fue un pionero en la utilización de tractores.

Como leíste, en América Latina el proceso de urbanización que atrajo población rural se produjo, en una primera etapa, en algunos países, con la industrialización relacionada con la sustitución de importaciones. Luego se desarrolló con fuerza hacia mediados del siglo xx y se intensificó en las décadas posteriores.

Además de las migraciones hacia las ciudades, los espacios rurales latinoamericanos tuvieron otros cambios, como la modernización agraria para la producción de materias primas destinadas al mercado internacional y a espacios urbanos en crecimiento. Esto se produjo en el contexto de la revolución verde.

Una situación especial ha atravesado los sectores campesinos e indígenas de la región que tradicionalmente orientaban sus actividades agrarias a la subsistencia. Por un lado, a medida que las nuevas actividades del campo requerían mano de obra, los pequeños productores se fueron incorporando como trabajadores asalariados en explotaciones ajenas. Eso significó el abandono de las prácticas tradicionales de producción y la adopción de nuevas costumbres, en especial las relativas al consumo. La disminución de la producción para la subsistencia orientó a esos productores a abastecerse en el mercado, no solo de alimentos, sino también de otros bienes como, por ejemplo, la vestimenta, a la que antes accedían mediante prácticas como el trueque.

Países

Porcentaje de Población rural

Argentina

9

Bolivia

32

Brasil

15

Canadá

19

Chile

11

Colombia

24

Ecuador

37

Estados Unidos

19

Guatemala

49

México

21

Uruguay

5

Porcentaje de población rural. Países seleccionados. 2013. En: http//goo.gl/MwGkgq

América Latina y sus espacios rurales

Varios son los aspectos que caracterizan a los espacios rurales latinoamericanos. Aquí mencionaremos aquellas características que tienen que ver con los ingresos y el trabajo en el campo.

La diferenciación social y la pobreza rural. Durante el siglo xx, los espacios rurales latinoamericanos han atravesado algunas transformaciones marcadas por im portantes procesos de diferenciación social. Por un lado, se conformó un conjunto de productores orientados a una producción modernizada que volcaron lo que producían al mercado, tanto internacional como interno. Se trata de grandes y medianas empresas agrícolas que realizaron importantes inversiones para modernizar la producción.

Por otro lado, se encuentran aquellos sectores que desarrollan una agricultura familiar en pequeña escala, y los asalariados rurales que no lograron insertarse en estas nuevas formas de producción. Muchos de ellos forman parte de la población rural que atraviesa condiciones de pobreza y exclusión y que, en algunos casos, opta por migrar hacia las ciudades en busca de otras opciones. En América Latina se considera que una de cada dos personas que habitan en los espacios rurales es pobre, y una de cada tres vive en condiciones de pobreza extrema.

Trabajo e ingresos en el medio rural. Otros de los aspectos que caracterizaron a los espacios rurales latinoamericanos en las últimas décadas han sido los cambios producidos en el empleo y en las ocupaciones de la población. Por un lado, el número de trabajadores empleados en actividades agrícolas fue decreciendo. Esto es una tendencia general aunque en algunos países como Brasil, Ecuador, Uruguay y Bolivia la gran mayoría todavía trabaja en tareas agrarias. Como contrapartida, el empleo no agrícola en el campo experimentó un crecimiento. Se calcula que en la actualidad el empleo rural no agrícola constituye el 30% del total del empleo para estas áreas. Y este porcentaje es mayor en países como Venezuela, Panamá, Costa Rica y Cuba. Parte del empleo no agrícola que tiene lugar en el campo proviene de los productores que combinan sus tareas de producción con otros trabajos, especialmente en el sector servicios, en los centros urbanos más próximos.

En otras ocasiones los ingresos que perciben las familias no provienen de actividades laborales. Es el caso de las remesas, es decir, él dinero que un miembro de la familia que ha migrado envía a su hogar cuando logra conseguir trabajo en su nuevo lugar de residencia. Este era un fenómeno ya existente desde mediados del siglo xx, pero se intensificó a partir de la década de 1990.

Otro de los casos de ingresos por actividades no laborales lo constituyen los distintos tipos de ayuda económica que se brindan desde el sector público para los sectores m ás carecientes del espacio rural. Estos ingresos registraron un crecimiento marcado para las familias más pobres a partir de la década de 2000.

Otra tendencia para destacar se vincula al hecho de que una parte de los trabajadores que desempeñan sus tareas en el ámbito rural reside en ciudades. Este fenómeno se evidencia con más fuerza en países como Uruguay y Chile, seguidos por Brasil, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador y Guatemala.

Nuevos usos del espacio rural

Parte de las transformaciones más recientes por las que atravesaron los espacios rurales se relaciona con la aparición de nuevos usos, además de los históricamente productivos. Por eso se dice que las actividades del sector primario ya no tienen presencia exclusiva en el espacio rural. Dos de los usos que en los últimos tiempos cobraron importancia tienen que ver con la adopción del espacio rural como lugar de residencia y el destinado para el turismo.

El espacio rural como lugar de residencia

En las últimas décadas se ha desarrollado un fenómeno que, si bien no es nuevo, ha adquirido más fuerza: es la elección del espacio rural como lugar de residencia para la población urbana. Muchas veces, a lo largo de la historia del crecimiento de las ciudades, se ha valorizado al campo como un ambiente más saludable que las ciudades. Quienes eligen el espacio rural como lugar de residencia son, fundamentalmente, los sectores de ingresos medios y altos. Los motivos, en general, tienen que ver con la búsqueda de otra forma de vida: tranquilidad, silencio, aire puro, contacto con la naturaleza, seguridad. Vivir en el campo hoy es más sencillo porque muchas áreas rurales están equipadas con servicios similares a los-de las áreas urbanas: vías de acceso rápidas, transporte adecuado, posibilidad de comunicarse por telefonía móvil e Internet, etc. Esto permite tener una óptima accesibilidad para quienes deciden vivir en el campo y trabajar en la ciudad. Este fenómeno que im­plica migrar desde la ciudad al campo se conoce con el nombre de contra urbanización, porque el sentido del desplazamiento de la población es opuesto al de las históricas migraciones campo-ciudad.

El espacio rural como destino turístico

Esta valoración positiva del campo que tienen los habitantes urbanos también explica que se haya convertido en un ámbito atractivo para el turismo. La mayoría de los turistas proviene de las ciudades y buscan huir de las altas densidades de población, el estrés, los ruidos, el tránsito, la polución, etcétera. Asimismo, los espacios rurales están fuertemente asociados con ciertas tradiciones que en las ciudades se han olvidado; por eso, la cultura del campo constituye otro atractivo para el turista urbano.

Esta valoración turística del espacio rural está acompañada por la presencia de un conjunto de servicios para el turista: alojamiento, gastronomía, visitas guiadas para la realización de paseos, instructores para practicar deportes, etcétera.

 Estos servicios turísticos muchas veces son brindados por la población rural. De esta manera, el turismo forma parte del conjunto de actividades no agrícolas que, como ya vimos, se encuentra en franco crecimiento en los espacios rurales y se está convirtiendo en una buena opción para generar ingresos complementarios para las familias que viven en el campo. Por eso, con frecuencia se incentiva la organización de emprendimientos de turismo rural, especialmente en aquellas áreas en las que las actividades productivas se encuentran en disminución.

LA NUEVA RURALIDAD

Los espacios urbanos y rurales han sido objeto de interés para sociólogos, geógrafos, antropólogos y urbanistas, entre otros. Las transformaciones que marcan los cambios en estos espacios han llevado a los investigadores a revisar sus ideas y conceptos y a pensar otros nuevos. Los cambios recientes en los espacios rurales dieron lugar a la utilización de un concepto diferente: la nueva ruralidad. ¿Por qué se la llamó así? Porque la vida y actividades rurales (ruralidad) tal como existían hasta finales del siglo xx habían sido completamente transformadas.

¿En qué consiste la ruralidad tradicional? ¿En qué cambió?

En principio, cuando se definía lo rural siempre se partía del hecho de que se trataba de algo completamente diferente de lo urbano, básicamente, su opuesto. De esta manera, se caracterizaba a los espacios rurales por tener una población dedicada a las actividades agrarias, que residía en áreas de baja densidad demográfica y que contaba con escasas condiciones de bienestar. Asimismo, en esta relación urbano-rural las migraciones tenían una dirección única: del campo a la ciudad.

 

Las transformaciones de las últimas décadas dan cuenta de que las diferencias entre los espacios rurales y urbanos ya no son tan profundas. Por ejemplo:

Estos aspectos han llevado a proponer que la ruralidad tradicional necesitaba pensarse de otra manera, como una nueva ruralidad, una forma de considerar el espacio rural teniendo en cuenta todos estos aspectos. Además,- se considera que al existir una mayor integración de las actividades agrarias con el resto de la economía, en especial en el contexto de la globalización que estimula la vinculación de lugares y áreas entre sí, no es posible pensar a lo rural y lo agrario como algo aislado. Algunos autores han cuestionado la idea de nueva ruralidad argumentando que estos aspectos del espacio rural presentados como nuevos no lo son tanto, que siempre estuvieron presentes. La diferencia radica en que en este contexto de globalización esos aspectos se han profundizado.

 

Las áreas periféricas y periurbanas

En la periferia de las ciudades se localizan las áreas periurbanas, consideradas espacios donde se ve la influencia de las características más tradicionales de la ciudad y las del campo. En general, las áreas periurbanas combinan distintos usos del suelo. Son lugares de residencia a través de nuevos barrios que se han sumado a la ciudad, albergan plantas industriales y son, además, espacios que concentran actividades productivas tradicionales del campo, como, por ejemplo, la agricultura.

La residencia en el periurbano

Las características que adquieren las formas de habitar el periurbano varían de un lugar a otro. En algunos casos estas áreas se caracterizan por ser zonas de expansión no planificada con viviendas informales y condiciones deficientes de acceso a los servicios, tanto los domiciliarios como los de transporte. Uno de los ejemplos de esta expansión es la que se manifiesta en el desarrollo de la periferia de La posición de Colombia como destacado producía ciudad de Montevideo, en Uruguay.

En otros casos los espacios pertúrbanos se caracterizan por el desarrollo de conjuntos habitacionales cerrados y habitados por población de ingresos medios o altos. Un ejemplo es lo acontecido en la Región Metropolitana de Buenos Aires, donde esta portación y que precisan la cercanía del aeropuerto conjuntos -llamados barrios cerrados- se localizan en las cercanías de las autopistas, vías rápidas de comunicación con el centro de la ciudad.

También existen casos en los que las periferias son ocupadas por proyectos implementados desde el Estado donde se busca crear viviendas sociales, accesibles a los sectores de la población de menores recursos. Experiencias de este tipo se encuentran en Santiago de Chile y en la Ciudad de México.

Las actividades agropecuarias e industriales

Estas áreas periurbanas, cercanas a los centros intensamente poblados, son los ámbitos de localización ideal para la producción de productos perecederos que precisan una rápida comercialización. Este es el caso de las hortalizas, los productos lácteos y las flores.

Por ejemplo, en los ámbitos periurbanos del Gran Rosario, Gran Córdoba y de la Región Metropolitana de Buenos Aires, que abarca el Gran Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires y partidos vecinos) y el Gran La Plata, se localizan áreas dedicadas al cultivo de hortalizas, así como tambos e industrias lácteas cuya producción puede ser rápidamente distribuida en las localidades que componen estas regiones urbanas. Este fenómeno también se ve en la periferia de otras grandes ciudades del continente, por ejemplo, San Pablo y Nueva York, donde se desarrollan extensos espacios de producción hortícola para abastecer a las metrópolis.

La posición de Colombia como destacado productor de flores a nivel mundial, por ejemplo, explica el desarrollo del cultivo florícola en la zona periurbana de la ciudad de Bogotá. Allí, se desarrollan importantes áreas de cultivo bajo invernadero de distintas especies que se destinan fundamentalmente a la exportación y que precisan la cercanía del aeropuerto de Bogotá para su comercialización, sobre todo a Estados Unidos.

 

Las áreas periurbanas, además, han sido los ámbitos que recibieron las nuevas sedes industriales que migraron de los centros urbanos. Los parques industriales, como nueva forma de organización espacial de la industria, se localizan en estos espacios; en algunos casos incentivan el crecimiento de nuevos centros urbanos.