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Trabajo Práctico 9 - “Sustitución de Importaciones en Argentina ” (ISI)

Trabajo Práctico 9 - “Sustitución de Importaciones en Argentina ” (ISI)

Actividades de comprensión lectora

1.   Subraya las ideas principales y luego realiza un resumen

2.   Responde Verdadero o Falso

a.   La Argentina en su proceso de Industrialización por sustitución de importaciones utilizó el modelo fordista.

b.   Una de las causas de la industrialización fueron los dos grandes conflictos mundiales (1ra. Y 2da. Guerra Mundial).

c.   Las industrias se establecieron en el interior del país, en las zonas más alejadas de los centros de consumo.

d.   Los insumos de las industrias eran importados.

3.    Arma un cuadro para comparar las características del keynesianismo y la teoría neoliberal. Debes tener en cuenta el rol del Estado, el papel de los trabajadores, entre otros.

 

 4.   Lee los textos y realiza las actividades solicitadas

  1. ¿Cuáles son los problemas que se señalan en el texto?
  2. ¿A qué escalas hace referencia?
  3. ¿Cómo podría relacionarse esto con el tema de las importaciones y la balanza comercial?

 

 

  1. ¿Cuál es el problema que se identifica en el texto?

 

 

Información para realizar las actividades

El modelo fordista o de sustitución de importaciones (1935-1980)

 

A comienzos del siglo XX, la Argentina se convirtió en el primer exportador de maíz, trigo y lino. La prosperidad se vio interrumpida, por la Primera Guerra Mundial y especialmente por la «gran depresión» de 1929, fue influyó negativamente en su economía al reducir el comercio internacional.

 

El Modelo Agroexportador estaba organizando sobre la base de una doble dependencia: el sector más dinámico de la economía (la producción agropecuaria pampeana) dependía del exterior y las producciones regionales dependían, a su vez, de la marcha de la economía pampeana. En las primeras décadas del siglo XX se produjeron una serie de acontecimientos mundiales que alteraron notablemente el contexto internacional y, por lo tanto, afectaron las bases mismas del modelo agroexportador.

Entre esos acontecimientos se destacan las dos guerras mundiales (1914/1918 y 1939/1945) y la crisis del capitalismo mundial de 1929. Durante los períodos de guerra los países europeos (principales compradores de la Argentina) limitaron su demanda de alimentos y redujeron su capacidad de suministrar bienes industriales.

La crisis capitalista, desatada por la quiebra de la bolsa de Nueva York, se transmitió rápidamente a las economías europeas. El mercado mundial, del que dependía la economía argentina, redujo sensiblemente su capacidad de comprar los productos de exportación argentinos.

Estas condiciones llevaron al fin de la estructura agroexportadora e impulsaron el desarrollo de un proceso de industrialización conocido como «de sustitución de importaciones», precisamente porque los bienes industriales que se compraban al exterior comenzaron a ser producidos en el país.

Los distintos gobiernos emprendieron una estrategia de sustitución de importaciones cuyo objetivo era el autoabastecimiento de alimentos y de productos industriales. Este es el modelo económico fordista (o Fordismo), que se caracterizó por el predominio de actividades de producción y servicios en gran escala, grandes conglomerados territoriales de población y producción y sistemas decisionales y organizacionales verticalizados, jerarquizados y centralizados.

Se inició una nueva etapa, caracterizada por el crecimiento vigoroso de la industria argentina. Debe recordarse que el primer gran impulso hacia una industrialización ocurrió durante la Primera Guerra Mundial del siglo XX; cesó la importación de los numerosos bienes manufacturados de consumo suministrados por los países europeos y se inició, entonces, la industria argentina en Buenos Aires y en Rosario, donde había capitales, mano de obra y capacidad empresarial. Las causas que llevaron al desarrollo de la industrialización argentina fueron, en parte, internas y, en parte, externas.

Entre las primeras tuvo papel destacado la creciente disponibilidad de mano de obra debido al aumento de población, a la que el trabajo rural no podía ofrecer ocupación; y por otra parte, los modernos métodos de mecanización agrícola, que restaban posibilidad de aumentar el número de trabajadores rurales. La principal causa externa que impulsó la expansión industrial fueron los conflictos bélicos mundiales, que restringieron o anularon la posibilidad de aprovisionamiento en el exterior de artículos industriales de gran consumo.

La industria argentina debió llenar ese vacío y pudo más tarde afianzarse gracias a su capacidad para satisfacer el mercado interno en las ramas llamadas de la industria liviana (tejidos, medicamentos, cosmética, alimentos, mecánica liviana, etc.).

Hacia 1950, el sector industrial dio más empleo y produjo mayor número de bienes que la tradicional actividad agrícola-ganadera de la Argentina. La década del 50 señala la puesta en marcha de la industria pesada y la de equipos (producción de maquinarias para la industria). Se consolidó el modelo fordista con la fabricación de automóviles «en serie» y continuó con la fabricación en serie de camiones, tractores, maquinaria agrícola, equipos ferroviarios, material aeronáutico, etcétera.

La producción de acero, una de las primeras industrias de base, fue llevada adelante mediante el Plan Siderúrgico Argentino y luego siguieron la industria química, la petroquímica, la del cemento portland, la de la madera, la del papel, etc. Pero pese a este crecimiento, la producción industrial estaba destinada casi exclusivamente al mercado interno; más del 95% de los envíos al exterior seguían siendo exportaciones tradicionales de productos agrícola-ganaderos.

Hacia 1960 el sector industrial contribuía más a la riqueza del Estado que el sector agropecuario. El país era bastante autosuficiente en cuanto a bienes de consumo, pero más dependiente en combustible y maquinaria pesada. En consecuencia, el gobierno invirtió significativamente en la explotación de petróleo y gas natural, en la producción de acero y en el desarrollo de la petroquímica y el transporte.

A mediados de los setenta, la Argentina producía la mayor parte de su petróleo, acero y automóviles, y también exportaba algunas manufacturas. El sector industrial pasó a representar el 38,3% del PBI en 1974.

El país generaba casi toda la energía que consumía y al mismo tiempo, era uno de los principales productores agropecuarios a escala mundial. Hubo una marcada recuperación impulsada por el fuerte avance de las exportaciones.

A partir de la década del 70 se produjeron algunos hechos de fuerte impacto para el modelo de producción fordista:

1) Intenso proceso de desindustrialización, que supuso la reestructuración del capital en casi todos los sectores industriales por medio de la internacionalización de la producción (localización en países con mercados de trabajo favorables) en busca de mayores ganancias, menores costos y nuevos mercados.

2) Difusión de innovaciones tecnológicas con la introducción del microprocesador que inicia la revolución informática.

3) Tercerización de la economía basada en el aumento del sector privado.

4) Redefinición de la intervención del Estado, o sea el quiebre del modelo keynesiano que enfatiza las acciones del mercado por encima de las acciones del Estado para la toma de decisiones. La flexibilización de la producción, de los flujos de producción, de las fuerzas del mercado, de la mano de obra y de los procesos de trabajo son realidades del mundo de hoy.

 

El desarrollo del modelo de industrialización por sustitución de importaciones tuvo importantes efectos sobre la organización del territorio. En particular, las inversiones industriales contribuyeron a valorizar algunas áreas del país, incrementando la concentración de la actividad económica y la ampliación de los desequilibrios regionales.

Varios factores influyeron para que las industrias se concentraran en el área pampeana. Por un lado, en esa área ya se encontraban los principales mercados de consumidores debido a que allí se concentró una parte importante de la población. La instalación cerca de los consumidores disminuía los costos de transporte de las empresas. Por otro lado, en esa área también se encontraban los principales puertos de importación.

Muchos de los insumos que utilizaban las industrias eran importados, por lo tanto la ubicación cerca del puerto también permitía disminuir el costo de transporte. Esta circunstancia fue particularmente crítica en momentos en que se compraba al exterior el carbón empleado para abastecer a las fábricas. El área pampeana disponía también de suficiente mano de obra con los niveles de calificación requeridos por las industrias, al tiempo que sus ciudades ofrecían una variedad de servicios que las empresas precisaban para funcionar.

Todos estos factores, que se relacionan mutuamente, aumentaron el atractivo de Buenos Aires, del litoral fluvial (entre Santa Fe y La Plata) y de Córdoba, como áreas industriales.

Las principales excepciones a este patrón locacional estuvieron dadas por aquellas industrias que se orientaron hacia las fuentes de materias primas. Un caso notorio es el de la industria azucarera, debido a que la caña de azúcar debe ser industrializada rápidamente después de cortada para que no pierda sus propiedades. Así es como coincide el área de producción de la caña de azúcar (Tucumán, Jujuy y Salta) con el área de localización de los ingenios. En el caso de la industria vitivinícola también se produce esta asociación entre área de producción de la materia prima y área de transformación industrial.

Durante el período de sustitución de importaciones tuvo lugar el desarrollo de la red vial a partir de la sanción de la ley de vialidad, que creó un fondo para la construcción de caminos. Los primeros caminos tendieron a superponerse al tendido de las vías férreas, que ya unían a los principales centros urbanos. Con la instalación de las primeras industrias automotrices, a fines de 1950, se produjo un fuerte crecimiento del parque automotor y una mayor derivación de las inversiones hacia las rutas, en detrimento del sistema ferroviario.

 

Fuente consultada:

Geografía de la Argentina y del Mercosur en el Siglo XXI Polimodal S. Sasone C. Bertone de Daguerre

Historia 3 La Nación Argentina e Historia Argentina y Contemporánea

Geografía Argentina y del Mercosur Los Territorios en la Economía Globalizada- Editorial AIQUE Polimodal – Blanco-Fernández-Gurevich

Argentina: Sociedades y espacios. Santillana en línea.