Trabajo Práctico 3 “Comercio Justo”

Trabajo Práctico 3 “Comercio Justo”

Actividades de comprensión lectora

  1. Responde

 

  1. Explica en que consiste el comercio justo
  2. ¿Cuáles son sus beneficios?
  3. ¿Cuáles son las diferencias entre el café convencional y el de comercio justo?
  4. ¿Cuáles son las garantías del sello de comercio Justo Fairtrade?
  5. ¿El café de Comercio justo es de menor calidad que el convencional?
  6. ¿Cuál es el objetivo de pasar el café convencional por un paraíso fiscal?

 

  1. Indica si las siguientes afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F). Escribe las falsas correctamente.

 

  1. El beneficio para los caficultores a través del comercio convencional de café es del 15%, siendo más rentable para estos que la del comercio justo.
  2. En el comercio justo de café ugandés se reducen entre 2 y 3 etapas en el circuito productivo, con respecto al comercio convencional.
  3. ACPCU, aporta el café para el café Tierra Madre Mujer de Oxfam Intermón, un café que apoya especialmente a las mujeres productoras de Uganda y también Nicaragua.
  4. El precio del café no se fija libremente, sino que cotiza en mercados financieros internacionales.

 

Información para realizar las actividades

Una manera de intercambio no desigual: el Comercio Justo

El Comercio Justo es una asociación de comercio basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye a un desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de aquellas personas productoras y trabajadoras que puedan estar excluidas, especialmente en los países del Sur.

El movimiento del Comercio Justo comenzó entre los años 40-50 en Estados Unidos, donde se desarrollaron las primeras iniciativas de venta de productos elaborados por artesanos que intentaban luchar contra los bajos precios del mercado internacional, los altos márgenes y la dependencia frente a los intermediarios. Casi simultáneamente, en Europa, la ONG Oxfam en Reino Unido empezó a vender artesanías fabricadas por refugiados chinos en sus propios locales.

El Comercio Justo se desarrolla con fuerza a partir de 1964 tras el llamamiento de los países empobrecidos en la Conferencia de la UNCTAD donde exigían "Comercio, no ayuda". A partir de ese momento, se inició una cadena de tiendas "Solidarias", en Holanda y luego Alemania, Suiza, Austria, Francia, Suecia, Gran Bretaña y Bélgica.

Desde entonces, el comercio justo, además de una práctica presente en numerosos lugares del planeta, se ha convertido en un movimiento internacional que trabaja por equilibrar las relaciones comerciales, con especial atención a las relaciones Norte-Sur. En los años 70 y 80, el Comercio Justo experimenta un gran crecimiento lo que favoreció el desarrollo de muchos productores.

En España, las primeras iniciativas de Comercio Justo surgieron en 1986, con la apertura de dos tiendas: en San Sebastián-Donostia (País Vasco) y en Córdoba (Andalucía). Diez años después se constituyó la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. En este periodo, en España el Comercio Justo ha experimentado un amplio crecimiento en volumen de ventas, aceptación y difusión. Además, se han conseguido logros interesantes desde el punto de vista legal y de apoyo institucional.   

Las organizaciones de Comercio Justo no sólo comercializan productos bajo estos criterios, sino que también, apoyadas por consumidoras y consumidores conscientes, están implicadas activamente en apoyar a los grupos productores, sensibilizar y desarrollar campañas para conseguir cambios en las injustas reglas y prácticas del comercio internacional convencional.

El Comercio Justo es una poderosa herramienta para erradicar las causas de la pobreza en las comunidades más desfavorecidas, garantizando los derechos, la dignidad y el desarrollo de todas las partes implicadas.

La idea básica, promovida por diversas ONGs y organismos internacionales como la ONU o la FAO, es el establecimiento de canales de distribución directas del productor en países desarrollados que permitan la obtención de una ganancia mayor que las que les abonan las grandes empresas por su producción y sirva de mecanismo para el crecimiento y la salida de la pobreza en los países subdesarrollados. Además, intenta eliminar los grandes márgenes con los que cuentan las grandes marcas.

La Organización Mundial del Comercio Justo establece 10 principios que deben ser cumplidos por las organizaciones que trabajan en Comercio Justo:

 

1.    Creación de oportunidades para productores con desventajas económicas.

2.    Transparencia y responsabilidad.

3.    Prácticas comerciales justas.

4.    Pago de un precio justo.

5.    Asegurar ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso.

6.    Compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de asociación (sindical).

7.    Asegurar buenas condiciones de trabajo.

8.    Facilitar el desarrollo de capacidades.

9.    Promoción del Comercio Justo.

10. Respeto por el medio ambiente.

 

El café es un buen ejemplo de Comercio Justo: ese oro negro que mueve una gran cantidad de riqueza en todo el mundo. Por este mismo motivo, en su comercialización se suelen dar intercambios desiguales entre las personas productoras y las distribuidoras. Como consumidor o consumidora, puedes contribuir a que este intercambio comercial sea mucho más justo.

Cuando compramos café o cualquier otro producto de Comercio Justo, podemos aportar nuestro granito de arena a crear la sociedad que queremos.

De una manera técnica, el Comercio Justo:

ü  Busca que el intercambio entre productores y consumidores sea una relación equitativa. Ninguna de las partes debe sentirse explotada ni parte de un rol de un sistema jerárquico.

ü  La explotación en general es rechazada, en especial se busca erradicar la explotación infantil. El colectivo infantil es vulnerable en muchos países por no estar legislados sus derechos como trabajadores.

ü  La igualdad y equidad que pregonan el Comercio Justo también tienen que ver con establecer condiciones laborales y económicas igualitarias entre las personas sin distinción de género.

 

ü  Una de las prácticas del Comercio Justo es que sea sostenible. La mejor manera de garantizar que los recursos no se agoten es establecer procesos respetuosos con el medio.

Estudio de Caso

El café

El café Convencional

En el comercio convencional de un producto como el café, las grandes multinacionales que intervienen en la mitad final del proceso maximizan su beneficio presionando a la baja el pago a productores e intermediarios en el país de origen del producto. De esta forma se produce un grave desequilibrio en las relaciones comerciales en las que los agricultores representan la parte más vulnerable. En concreto, los campesinos y las campesinas de café de Uganda únicamente perciben un 6% del precio final del producto, mientras que la multinacional que pone la marca recibe el 50%. Sólo el 11% del precio final del café se queda en el país de origen, y el 89% restante lo obtienen las grandes marcas del final de la cadena una vez que el café sale fuera de Uganda.

El precio del café no se fija libremente, sino que cotiza en mercados financieros internacionales. La supuesta eficacia de este mecanismo de fijación de precios queda empañada por la existencia de prácticas especulativas que buscan obtener beneficio afectando el precio de un producto del que dependen miles de familias productoras en todo el mundo. En los últimos diez años, el 42% de los contratos de café negociados en la Bolsa de Nueva York tenían fines especulativos.

 

Café y Paraísos Fiscales

Otras prácticas perjudiciales en el comercio convencional de café suponen aquellas que hacen pasar el producto por un paraíso fiscal antes de llegar al país de destino. La razón para ello es inflar los precios para obtener la mayor parte del beneficio de la operación en un territorio donde no tenga que tributar por ello. Así, la UE importó en 2014 café procedente de paraísos fiscales a un precio 8 veces mayor que el café que llegó de África y 7 veces más caro que el de Latinoamérica. Destaca especialmente el caso de Suiza, que exporta café a la UE a un precio 15 veces mayor que el del café de Uganda o 8 veces que el de Etiopía, cuando estos dos países africanos tienen las condiciones idóneas para cultivar el café y Suiza todo lo contrario.

El Café de Comercio Justo como alternativa:

El Comercio Justo como alternativa a los circuitos comerciales convencionales plantea un recorrido con menor número de eslabones entre el productor y el consumidor. En el caso del café proveniente de Uganda, el de Comercio Justo tiene 4 o 5 etapas entre el principio y el final de la cadena, mientras que un café de comercio convencional pasa por 7 u 8. Este menor número de actores que intervienen en el proceso permite que los productores tengan más capacidad de influencia sobre el precio y las condiciones de comercialización de los productos que recolecta. Frente al 6% del precio final del producto que reciben los productores de café convencional, los de Comercio Justo reciben un 15%. Además, para el café de Comercio Justo se establece un precio mínimo.

Por otro lado, el Comercio Justo aplica medidas que fomentan el desarrollo comunitario. Algunas de estas medidas son el pago de una prima social, o complemento al precio que se destina a proyectos de beneficio comunitario, los anticipos y la prefinanciación a campesinos y campesinas, que puede ser del 50% del importe previsto de la compra, y unas relaciones comerciales estables.

El Comercio Justo apuesta por la agricultura ecológica que garantice una producción sostenible y saludable. Muestra de ello es que la producción de azúcar de caña ecológica de Paraguay produce prácticamente la mitad de emisiones de CO2, incluyendo el transporte desde Paraguay, que el azúcar de remolacha de Suiza. Además de que no se han utilizado herbicidas ni químicos en su cultivo.

El Precio Mínimo de Comercio Justo Fairtrade es una red de seguridad para los agricultores que enfrentan la caída de los precios del café.

El precio del mercado mundial para el café arábica cayó a un mínimo de 12 años el año pasado, a menos de $ 1 por libra de café. Esa cantidad está muy por debajo del coste de producción real para muchos agricultores, y significa que las familias productoras de café están luchando por sobrevivir. Existen estudios que alertan sobre el empeoramiento de la «seguridad» alimentaria, p.e. algunos apuntan a que dos tercios de los caficultores de Nicaragua, Guatemala y México experimentan de tres a ocho ‘meses de escasez extrema de alimentos desde el momento en que sus ganancias se agotan hasta el comienzo de la próxima temporada de cosecha. Incapaces de ganarse la vida, los caficultores están tomando la difícil decisión de emigrar a las ciudades o al extranjero.

El Precio Mínimo Fairtrade garantiza que las cooperativas de agricultores ganen al menos $ 1.40 por libra (o $ 1.70 por orgánico), más la Prima Fairtrade adicional de 20 centavos por libra que ellos mismos deciden cómo invertir. Estos conceptos juntos suman un 65 por ciento más que el precio promedio de mercado de $ 0.97 centavos por libra durante los primeros seis meses de este año (2019).

Crisis de precios en el café

No es la primera vez que los precios se desploman. Los precios del café son muy volátiles, lo que hace imposible que los agricultores puedan planificar. El precio mínimo de Fairtrade es una fuente de seguridad, que protege a los agricultores cuando los precios del mercado bajan demasiado y les permite ganar más cuando el precio del mercado es más alto.

Los mejores términos de intercambio están integrados en los Estándares de Comercio Justo Fairtrade.

El precio es solo una herramienta utilizada para apoyar a los agricultores en mercados volátiles. Según nuestra experiencia, las empresas y los comerciantes deben adoptar políticas como compartir planes de abastecimiento, aplicar condiciones de pago razonables y facilitar el acceso al financiamiento previo a la cosecha. Así por ejemplo Oxfam Intermón avanza todos los años cuáles serán sus compras de contenedores para la siguiente cosecha con bastante antelación. Unos meses antes de la fecha del embarque de los primeros contenedores se envían anticipos a los grupos productores para que puedan pagar el café a los socios de las cooperativas

Fairtrade ayuda a las cafeteras a convertirse en líderes y emprendedoras.

Los estándares de Comercio Justo requieren que las mujeres tengan las mismas oportunidades dentro de sus cooperativas. Tomemos como ejemplo a Ketra, una cafetalera ugandesa y contadora de su cooperativa, Ankole Coffe Producers Cooperative Union. “Fairtrade ha empoderado a las mujeres para que asuman grandes roles en el liderazgo y en los niveles gerenciales … Soy tesorera y granjera al mismo tiempo, por lo que me ha empoderado a mí. El comercio justo nos ha ayudado a crecer, a ayudar a nuestros agricultores a crecer, a ayudar a nuestros hijos a ir a la escuela. Ha cambiado nuestras vidas.»

ACPCU es una de las cooperativas que aporta el café para el café Tierra Madre Mujer de Oxfam Intermón, un café que apoya especialmente a las mujeres productoras de Uganda y también Nicaragua.

El cambio climático afecta al café y el Comercio Justo ayuda a los agricultores a adaptarse.

Sin una acción climática fuerte, su taza de café de la mañana puede convertirse en un recuerdo lejano. La investigación muestra que las áreas adecuadas para el cultivo de café podrían reducirse a la mitad en unas pocas décadas. Para 2080, el café silvestre podría incluso extinguirse.

La Prima de Comercio Justo Fairtrade permite a las cooperativas invertir en adaptación climática, por ejemplo, plantando arbustos resistentes a la sequía o enfermedades.

El futuro del café depende de que los agricultores puedan ganarse una vida digna.

El sello de comercio justo quiere garantizar que los agricultores no solo sobrevivan, sino que prosperen. Así, el comercio justo trata que los ingresos de un agricultor le deben permitir pagar lo básico, incluyendo alimentos nutritivos, ropa, vivienda y educación para sus hijos. Un precio justo es clave, pero también hay una productividad, calidad y una agricultura rentable. Al menos cinco centavos por libra de la Prima Fairtrade se destina a mejorar la productividad y la calidad.