· 

Trabajo Práctico 5 “Las Invasiones Inglesas al Río de la Plata”

Trabajo Práctico 5 “Las Invasiones Inglesas al Río de la Plata”

Actividades de comprensión lectora

Para resolver las actividades que a continuación se detallan debes consultar: el texto solicitado a inicios del ciclo lectivo (Historia. La Argentina, América Latina y Europa entre fines del siglo XVIII y principios del siglo XX; Editorial Santillana, Saber es clave Capítulo 4) que adjunto en documento aparte; Cualquier libro de historia que se corresponda con el tema y que se encuentre en biblioteca y/o Internet

El texto arriba colocado

 El video que te presentamos.

https://www.youtube.com/watch?v=o-o5NaEpgZg

 

1.   ¿En qué contexto internacional se produjeron las invasiones inglesas al Río de la Plata?

2.    Identifica a los actores políticos que cosecharon mayor prestigio durante las Invasiones Inglesas. ¿Cuándo y por qué surgió la puja de poder entre esos actores?

3.    ¿Por qué los ingleses tenían muchos productos industriales para vender?

4.    ¿En qué consistía el bloqueo continental? ¿Quién y por qué lo decretó?

5.    ¿Qué motivos impulsaron a los ingleses a invadir el Río de la Plata? ¿Esos motivos se pueden relacionar con la Revolución Industrial? ¿Por qué?  ¿Por qué pudieron apoderarse fácilmente de Buenos Aires?

6.    ¿Qué diferencia hay entre las milicias y los ejércitos profesionales?

7.    ¿Por qué muchos vecinos de Buenos Aires estaban indignados con el virrey Sobremonte? ¿Qué le exigieron al Cabildo? 

8.    ¿Cómo reaccionó el virrey Sobremonte cuando recibió la noticia del desembarco británico en Quilmes?  

9.    ¿Qué ocurrió en Buenos Aires luego de la primera rendición inglesa? ¿Por qué les parece que las milicias habrán reaccionado de ese modo?

10. ¿Qué cosas empezaron a cambiar en el Río de la Plata luego de las Invasiones Inglesas? ¿Esos cambios beneficiaron o perjudicaron a los criollos? ¿Por qué?

 

Historia. La Argentina, América Latina y Europa entre fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XX; Saber es Clave; Santillana

 

Información para realizar las actividades

En 1804, un general francés, Napoleón Bonaparte, derrocó a la república proclamada en 1793 y se hizo coronar emperador de Francia. A partir de entonces conquistó varios países y llegó a dominar casi toda Europa. Pero no pudo derrotar a Gran Bretaña, que en 1805 hundió la flota francesa y dominó los mares. Para debilitar la economía industrial prohibía a los países europeos comprar productos industriales ingleses. Esta británica, en 1806 Napoleón decretó el bloqueo continental, que p prohibición hizo que los comerciantes ingleses tuvieran que buscar nuevos mercados donde vender sus productos. Las colonias españolas en América eran una posibilidad muy atractiva. Pero el problema era que España mantenía vigente el monopolio, que prohibía que sus colonias comerciaran con potencias extranjeras. Fue entonces que un grupo de oficiales británicos que se encontraban destacados en Ciudad del Cabo (en la actual Sudáfrica, en ese entonces en manos inglesas) decidió conquistar Buenos Aires, para abrir el mercado rioplatense a los productos de su país.

La Primera Invasión

El 25 de junio de 1806, los ingleses, al mando de William Carr Beresford, desembarcaron en las costas de Quilmes y avanzaron sobre Buenos Aires. Enterado de las noticias, el virrey español, Rafael de Sobremonte, decidió marchar hacia Córdoba para preparar allí un gran contraataque. Al abandonar la ciudad, se llevó dineros públicos y otras riquezas, pero fue interceptado en el camino por soldados ingleses, quienes se apropiaron del tesoro y lo enviaron de inmediato a Inglaterra. El 27 de junio de 1806, sin autoridad que les ofreciera resistencia, los británicos se apoderaron del fuerte, ocuparon la ciudad, y Beresford se hizo cargo del gobierno. Los ingleses creían que los habitantes de Buenos Aires, cansados de la dominación española, iban a aceptar el dominio británico. Sin embargo, no fue así. Luego de la sorpresa que les produjo la invasión, comenzaron a organizar la resistencia. Entre ellos se destacaron algunos jóvenes españoles y criollos, como Juan Martín de Pueyrredón y Manuel de Arroyo y Pinedo, que reclutaron en secreto grupos de voluntarios a la espera de la llegada de algún contraataque por parte de los británicos.

La Reconquista de Buenos Aires

 

Mientras Pueyrredón y Arroyo y Pinedo reclutaban voluntarios, un capitán francés de la armada española, Santiago de Liniers, organizó un ejército de soldados y voluntarios en la Banda Oriental (hoy Uruguay). Con esas fuerzas, Liniers cruzó el Río de la Plata, desembarcó en las cercanías del actual puerto de Tigre y avanzó hacia el sur. Cuando llegó a los Corrales de Miserere (en el actual barrio de Once), exigió la rendición de los invasores. Como Beresford se negó a capitular, Liniers dividió a sus fuerzas en dos columnas, que se unieron en la Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo), donde se produjo una batalla encarnizada. El 12 de agosto de 1806, la lucha se desató en las calles y, desde las azoteas, la población arrojaba piedras y carbones encendidos. Beresford debió rendirse ante una multitud amenazante y la bandera española volvió a izarse en el Fuerte. Se firmó luego una capitulación formal, tras la cual los ingleses sobrevivientes entregaron las armas y fueron tomados prisioneros. Muchos fueron encarcelados en Luján y otros lugares de las afueras de Buenos Aires.

La formación de milicias

 

Luego de la Reconquista, el pueblo de Buenos Aires, indignado por la actitud de Sobremonte, exigió al Cabildo que le entregara a Liniers el mando militar de la capital virreinal. Los integrantes del Cabildo trataron de demorar la resolución de esta cuestión, pero finalmente cedieron ante la presión popular. Previendo una nueva invasión, Liniers organizó milicias (es decir, batallones de voluntarios) para defender la ciudad. Los integrantes de las milicias estaban agrupados de acuerdo con su origen: españoles (andaluces, asturianos, gallegos, catalanes, vizcaínos); criollos (Granaderos, Patricios, Arribeños); negros y mestizos. Los voluntarios recibían dos o tres horas de entrenamiento militar y luego seguían con sus actividades diarias. Todo parecía tranquilo, hasta que un día los ingleses volvieron a presentarse en el Río de la Plata. Liniers tenía razón.

La Defensa de Buenos Aires / Segunda Invasión

En 1807, los ingleses volvieron a atacar el Río de la Plata. Al mando de John Whitelocke, y con fuerzas muy superiores a las de 1806, ocuparon los puertos de Maldonado, Colonia y Montevideo. Al enterarse, Sobremonte se trasladó a la Banda Oriental. Pero mientras cruzaba el río, los ingleses desembarcaron al sur de Buenos Aires y marcharon sobre la capital. Liniers intentó detenerlos, pero sus tropas fueron dispersadas y debió retirarse. Conocida la derrota, el alcalde del Cabildo, el español Martín de Álzaga, convocó a los vecinos y a las milicias a defender la ciudad. Entre todos, levantaron barricadas en las esquinas, se atrincheraron en las azoteas de las casas y esperaron la llegada de los ingleses. Cuando estos avanzaron por las calles de la ciudad, fueron recibidos por una lluvia de balas, piedras y agua hirviendo. Los invasores tuvieron muchos muertos y heridos y no pudieron seguir avanzando. Finalmente, Whitelocke pidió una tregua y el 7 de julio firmó la capitulación.

Consecuencias de las invasiones

 Durante la primera invasión, los ingleses establecieron el libre comercio. Esta experiencia benefició a los comerciantes y estancieros del Río de la Plata, que luego de la derrota de los invasores comenzaron a reclamar el fin del monopolio restablecido por los españoles. Por otra parte, los criollos del Río de la Plata comprendieron que por sí mismos podían llevar a cabo grandes emprendimientos, entre ellos alguna forma de autogobierno. También se dieron cuenta de lo mal preparadas que estaban las autoridades españolas para defender el Virreinato. El más señalado era Sobremonte. Los criollos de Buenos Aires presionaron al Cabildo para que lo destituyera y lo reemplazara por Liniers, quien asumió como virrey provisional del Río de la Plata. Durante su gobierno, algunas de las milicias creadas en 1806 se convirtieron en cuerpos militares permanentes. Estos regimientos, cuyos jefes eran elegidos por los soldados, comenzaron a tener participación en la vida política de Buenos Aires. En sus filas, los criollos también recibieron un entrenamiento militar y un manejo de las armas que hasta entonces solo era conocido por los españoles. Los tiempos estaban cambiando.

 

Libro de Texto