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Trabajo Práctico 6 “Revolución de Mayo”

Trabajo Práctico 6 “Revolución de Mayo”

Actividades de comprensión lectora

1-    Realiza un listado separando causas y antecedentes externos e internos. Realízalo en formas de ítems

2-    Luego, con esos datos elabora una red o mapa conceptual.

3-    Trabajamos con el texto que se adjunta

a-    Completa los textos:

1.       La Primera Junta de Gobierno legitimó su existencia en el principio jurídico de -----------------------------------------------------, en ausencia del --------------------------------------------------------------

2.       En el Río de la Plata, la interpretación de ese principio generó un debate entre la posición ------------------------------- y la -----------------------------------------------------.

3.       La primera reconocía la preponderancia de -------------------------y la segunda colocaba en pie de ------------------------ a todas las--------------------------- en tanto sujetos de iguales derechos soberanos.

4.       La Asamblea del Año XIII no concretó sus objetivos iniciales de --------------------------------------- y sanción de----------------------Pero introdujo reformas --------------------------------- como la exclusión del ---------------------------------- a Fernando VII.

 

               Listado de palabras: Juramento de fidelidad- Monarca – Igualdad – Criollos(Castelli) – Retroversión de la soberanía – Constitución- Sociales y económicas – personas – monárquicos (obispo Lué) – peninsulares – Declarar la independencia

 

b-    Responde:

  1. ¿Qué establecía la Circular del 27 de Mayo?

 

  1. ¿Cuáles eran los objetivos de la Logia Lautaro y la Sociedad Patriótica? ¿Quiénes las crearon? Y ¿A quiénes se enfrentaban?

 

  1. ¿En qué consistió el Plan Sanmartiniano?

 

  1. ¿Qué legados nos dejó la Guerra y la Revolución? Explica cada uno

 

  

c-    Completa el siguiente Cuadro

 

Integrado por

Acciones o medidas tomadas

Expediciones

 

Junta Grande

 



 (Cantidad de miembros)

 

Expedición al Paraguay:

Expedición al Alto Perú:

Expedición a la Banda Oriental

Primer Triunvirato

 

 

 

Segundo Triunvirato

 

 

 

Asamblea del Año XIII

 

 

 

Congreso de Tucumán

 

 

 

 

 Información para realizar las actividades

Casi simultáneamente en varios países latinoamericanos se produjeron movimientos emancipadores del dominio español.

En la historia universal, es muy poco probable que los sucesos trascendentes ocurran repentinamente, por sí mismos. Más bien, suelen estar provocados por la coincidencia de numerosos hechos previos.
La Revolución de Mayo no fue la excepción y no empezó el 25 de mayo de 1810, sino que comenzó a tomar forma algunos años antes.

Las Invasiones Inglesas al Río de la Plata (1806 y 1807), para no retroceder demasiado en el tiempo, ya habían dejado dos enseñanzas relevantes:

1) España era débil a la hora de proteger a sus colonias de cualquier invasión.
2) Los criollos (hijos de españoles, pero nacidos en América), que habían formado los primeros regimientos armados para detener al invasor, empezaron a tomar conciencia de su propio poder.

Acontecimientos del lado opuesto del mundo, aunque parezca raro, también influirían, y mucho, en nuestra historia.
En 1807, Napoleón Bonaparte (emperador de Francia entre 1804 y 1815) solicitó permiso al rey de España para atravesar su territorio, con el propósito de invadir Portugal, pero tras su triunfo en Portugal, las tropas francesas no se retiraron de España. El rey Carlos IV advirtió el engaño de Napoleón y renunció al trono de España, que asumió su hijo Fernando VII ("El Deseado"). Napoleón no reconoció como rey a Fernando VII y lo citó para una reunión en Bayona, ante lo cual Carlos IV reasumió el trono y asistió a Bayona. Allí cedió a la presión de Napoleón y abdicó la Corona de España. Finalmente, Napoleón nombró a su hermano, José Bonaparte, rey de España.
Antes de conocerse esta farsa (conocida como "la farsa de Bayona", por la cual España tuvo cuatro reyes en un mismo día), el pueblo español ya había intentado resistirse a las tropas francesas que ocupaban sus ciudades, formando Juntas Provinciales que gobernaban en nombre de Fernando VII, quien se encontraba prisionero por Napoleón.

La Guerra de la Independencia española frente a Napoleón se extendió por casi 6 años, pese a que en sus inicios los franceses fueron vencidos en la Batalla de Bailén (el 18 de julio de 1808), con destacada participación en las filas del ejército español del futuro libertador de América: José de San Martín. Se desarrolló entre 1808 y 1814, tras la invasión de las tropas francesas del territorio español. Finalmente, con la ayuda e Inglaterra, Napoleón fue derrotado.

Mientras tanto en Buenos Aires, Santiago de Liniers (de origen francés), líder de la reconquista de la ciudad durante las invasiones inglesas, había sido nombrado Virrey en reemplazo de Sobremonte. Pero cuando se supo que Napoleón gobernaba en España se le exigió que renunciara, por su nacionalidad. Liniers se negó y entonces el gobernador de Montevideo (Javier Elío) desconoció su autoridad y formó una Junta de Gobierno independiente, similar a las que había en España en representación de Fernando VII.

Las milicias criollas defendieron a Liniers de los numerosos alzamientos, pero, aunque se mantuvo en el cargo quedó muy debilitado, y cuarenta días después fue reemplazado por Baltasar Hidalgo de Cisneros.


Otros hechos relevantes que alteraron el clima social:

- El comercio con España estaba prácticamente paralizado, por lo que aumentaba el contrabando y los pedidos de comerciar directamente con Inglaterra, lo cual estaba prohibido. Finalmente, en 1809 se dictó el Reglamento de Libre Comercio, que puso fin al monopolio comercial español.

- En 1809, en algunas ciudades del Alto Perú (actual Bolivia) el pueblo se había rebelado contra los abusos de las autoridades, formando también Juntas de Gobierno. Para evitar que ello estimulara nuevos alzamientos, Cisneros ordenó una sangrienta represión que sirviera de escarmiento, lo cual produjo enorme malestar entre los criollos del virreinato.

- El 14 de mayo de 1810 llegó al puerto de Buenos Aires la fragata inglesa Juan París trayendo mercaderías y una noticia fundamental: el 1° de febrero había caído la Junta de Sevilla, última porción de poder español en la península ibérica, frente a la ocupación francesa.

 

Las causas que llevaron a este desenlace fueron, entre otras:

La Independencia de los Estados Unidos de América ocurrida el 4 de julio de 1776

La Revolución Francesa en 1789 y las nuevas ideas, así como la "Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano".

La Rebelión de Túpac Amaru: En el Perú en 1780, un descendiente de los incas, José Gabriel Condorcanqui, tomó el nombre del último emperador de los Incas, Túpac Amaru -que había sido asesinado por el virrey Francisco de Toledo- y encabezó una rebelión de indígenas y mestizos contra el poder español. Querían poner fin a la brutal explotación a la que eran sometidos, desde hacía siglos, en minas, haciendas y obrajes, por los españoles. El movimiento tuvo una enorme adhesión y se extendió por una amplia zona que iba de Colombia a las Provincias Unidas del Río de La Plata. Miles de indígenas se integraron al ejército libertador de Túpac Amaru que pretendía el fin del dominio español y la devolución de la tierra americana a sus legítimos dueños. El 18 de mayo de 1781, tras asesinar a casi toda su familia, las autoridades españolas someten a Túpac Amaru al suplicio del descuartizamiento. Cuatro caballos tiraron de sus extremidades, pero no pudieron con su fuerza. Indignados ordenaron suspender la “ceremonia” y que un verdugo completara la feroz tarea a hachazos. Las partes de su cuerpo fueron colocadas en picas en las ciudades en las que había triunfado el intento revolucionario, de manera aleccionadora.

Las Ideas Liberales: A partir de la revolución francesa, cobraron fuerza en Europa los partidarios de la libertad política y económica. Se los llamó liberales. Los liberales leían los libros de Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot y Da Lambert, que habían servido de base para la revolución y se oponían a las monarquías y a los poderes absolutos. La difusión de dichas ideas, por supuesto, estaba restringida en los territorios españoles, pues no se permitía el ingreso de tales libros a través de las aduanas o la posesión no autorizada. Sin embargo, se difundían en forma clandestina. 

 

Las ideas de igualdad entre criollos y peninsulares sostenidas por Fray Bartolomé de las Casas, Francisco de Vitoria, Francisco Suárez y Juan de Solórzano, entre otros.

Las ideas de avanzada de patriotas hispanoamericanos como Francisco Miranda y Antonio Nariño.

La pobre administración española en las colonias y el sistema de monopolio comercial.

Las Invasiones Inglesas con las que se demostró la ineficacia del sistema político hispano, así como la toma de conciencia del pueblo de su propio poder; la formación de fuerzas criollas, y el apoyo posterior de Inglaterra a las ideas de emancipación.

La asonada de Álzaga, intento fallido de destituir al virrey Liniers, que había dejado como antecedente el deseo de formar un gobierno patrio.

Las colonias que se consideraban propiedad del rey, producida la caída de éste, cortaban los vínculos con España.

Agitaciones políticas y reuniones secretas que habían comenzado más de un año antes.

Cuestionamiento a la autoridad de Cisneros

La autoridad del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros (1756-1829), era cuestionada por la desaparición de las autoridades que le habían conferido el poder.

Cisneros fue nombrado para reemplazar al virrey Santiago de Liniers, y cuestionado desde antes de asumir en junio de 1809.

Pese a las restricciones a la difusión de información que había impuesto España, en la península y colonias, finalmente todo se sabía. No solo se había impuesto en la sociedad de la época, el contrabando de mercaderías, sino también el contrabando de información.

La noticia de la caída de Junta Central de Sevilla, último reducto del poder español, se conoció en Buenos Aires el 13 de mayo de 1810. España amenazaba con su balcanización. Las autoridades que le habían conferido el poder a Baltasar Hidalgo de Cisneros, ya no existían.

El virrey interpretó el movimiento popular de Chuquisaca y La Paz, como un accionar subversivo en contra de la península y decretó una brutal represión. Causando centenares de muertos, heridos y torturados.

Cisneros imaginó equivocadamente, que, aunque el reino de los Reyes Católicos dejara de existir temporalmente en España, seguiría controlando las colonias. El plan consistía en mantener el gobierno provisionalmente, hasta que los cuatro virreinatos en América, acordasen la convocatoria de las Cortes para elegir en ella una regencia soberana.

Reunido en la Plaza de la Victoria, hoy Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires impuso su voluntad al Cabildo y creó la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata, conocida como Primera Junta. Se iniciaba así el proceso revolucionario que desembocaría en la declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816. 

El deseo patriota por parte de los ciudadanos, quienes no querían que los cargos políticos siguieran en manos de los españoles. 

 

Días previos

Un grupo de Patriotas con ideas revolucionarias se venían reuniendo en la Jabonería, negocio de Hipólito Vieytes, en la casa de Rodríguez Peña y en la quinta de Mariano de Orma, gestando las ideas revolucionarias que culminarías saliendo a la luz el 25 de Mayo. Entre ellos estaban Belgrano, Saavedra, Rodríguez Peña, Alberti, Paso.

Viernes 18 de Mayo de 1810

El Virrey Cisneros anuncia al pueblo la caída de Andalucía en poder de los franceses, hechos que ya eran conocidos por las noticias llegadas a Montevideo al recalar una fragata inglesa.

Se realizó una reunión en la casa de Rodríguez Peña, donde se acordó pedirle a Cisneros que convocara a un Cabildo Abierto para tratar la nueva situación generada por lo sucedido en España (invadida por Napoleón).
Los patriotas se reunieron con Cornelio Saavedra, Jefe del Regimiento de Patricios, considerando que el momento de llevar a la acción sus ideas revolucionarias había llegado.

Cisneros intentó evitar esa reunión, pero terminó cediendo ante las presiones

Sábado 19 de Mayo de 1810

Los Patriotas comisionan a Castelli para presentarse ante el síndico procurador Julián de Leiva, y por otro lado a Belgrano y Saavedra a que se apersonaran ante el Alcalde en Primer Voto Juan José Lezica, para solicitar que, con la aceptación del Virrey Cisneros, fuera convocado un Cabildo Abierto para que deliberara el pueblo sobre su destino.

Domingo 20 de Mayo de 1910

Enterado de la petición, el Virrey se reunió con las Fuerzas Militares y Saavedra no fue lo suficientemente enérgico en su posición, por lo que Cisneros no resolvió nada. 
Los revolucionarios enviaron a Martín Rodríguez y Castelli, quienes- haciendo caso omiso de la cólera del virrey- lograron que aceptara convocar a Cabildo Abierto.

Lunes 21 de Mayo de 1810

Apoyados por vecinos que solicitaban la solicitud de un Cabildo Abierto, los regidores recibieron por parte del Virrey Cisneros una autorización escrita en que accedía a la voluntad popular de convocar a una sesión pública para el día siguiente, en la que se convocara a la parte más representativa y más sana del vecindario.

Martes 22 de Mayo de 1810

CABILDO ABIERTO

Se reunió el Cabildo Abierto con una afluencia de alrededor de doscientas cincuenta personas. Se inició un debate que fue comenzado por el escribano del Cabildo, Justo Núñez, luego prosiguió el Obispo de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, quienes aconsejaban no innovar.
Las ideas revolucionarias patrióticas fueron expuestas y defendidas por el doctor Juan José Castelli, quien exaltó los derechos del pueblo de Buenos Aires para ejercer la soberanía y poder tener un gobierno propio.
Prosiguió haciendo uso de la palabra el militar Ruiz Huidobro, quien expuso que habiendo cesado en el cargo el Rey Fernando VII, también caducaba el mando del Virrey Cisneros, y que el Cabildo debía decidir el sucesor.
Siguieron otras exposiciones, y posteriormente se realizó una votación, pero dado lo extenso de las sesiones de ese día, y lo avanzado de la hora, se dejó el escrutinio para el día siguiente.

Miércoles 23 de Mayo

Se realizó el escrutinio que resultó:

155 votos: Destitución del Virrey

89 votos: Por la continuación del Virrey solo o con asesores.

27 personas: No votaron

 Previo a este sufragio, se expusieron muy diversas opiniones. La falta de unidad en las ideas quiso ser aprovechada por los síndicos que designarían presidente de la Junta provisional, al propio Cisneros.

Jueves 24 de Mayo de 1810

Reunido el Cabildo dispuso que la Junta de Gobierno fuera presidida por Cisneros,  además de dos españoles (Juan M. Solá y José Santos Incháurregui) y dos criollos (Castelli y Saavedra). Asesorados por el síndico reaccionario español Julián de Leiva, se redactó un Reglamento.
Juraron ese día y fueron aprobados por los mandos militares.
Pero cuando trascendió que el Virrey seguía al mando, comenzó a agitarse la población agrupada en la Plaza Mayor, encabezados por French, Beruti y otros.
A la par, los patriotas revolucionarios, reunidos, hicieron ver el error a Castelli, quien dijo que elevaría su renuncia y sugeriría la misma actitud a Saavedra. Eran apoyados por los regimientos de Arribeños y Patricios. Por la noche los dos criollos miembros de esta Junta, presentaron su renuncia. Y el síndico volvió a citar para el día siguiente.
Los patriotas reunidos durante toda esa noche en casa de Rodríguez Peña, deliberan sobre los miembros que integrarán una lista que será presentada ante el Cabildo.

Viernes 25 de Mayo de 1810

Los cabildantes aceptaron la renuncia indeclinable del Virrey, que aceptó el descontento popular hacia su investidura; los jefes militares le negaban su apoyo. Después de muchos artilugios del síndico Leiva para coartar los objetivos patriotas, los cabildantes decidieron aceptarla Junta revolucionaria presentada, avalada por firmas, y respaldada por el pueblo en la Plaza,  Allí se anunció la constitución de una nueva Junta, presidida por Cornelio Saavedra, que gobernaba en nombre de Fernando VII. Para algunos, esto último fue una estrategia llamada "máscara de Fernando" con el fin de no romper definitivamente con España hasta afianzar el gobierno propio y declarar así la independencia, lo que ocurrió 6 años después.

La Primera Junta estaba integrada por:

 

Presidente
Cornelio Saavedra

Secretarios
Mariano Moreno
Juan José Paso

Vocales
Manuel Belgrano
Juan José Castelli
Domingo Matheu
Juan Larrea
Miguel de Azcuénaga
Manuel Alberti

 

Durante años estos argentinos utilizaron la máscara de Fernando VII para gobernar; es decir, aprobaban a este como su legítimo monarca, pero hacia el final terminaron oponiéndose a él.

 

Circular a los cabildos del virreinato

En el acta del Cabildo de Buenos Aires del 25 de mayo, se indicaba a la Junta que remitiera una circular a los cabildos del virreinato, para que las provincias envíen diputados a la capital:

Apartado X: que los referidos SS., despachen sin pérdida de tiempo ordenes circulares a los jefes de lo interior y demás a quienes corresponde, encargándoles muy estrechamente bajo de responsabilidad, hagan que los respectivos Cabildos de cada uno convoquen por medio de esquelas a la parte principal y más sana del vecindario, para que formando un congreso de solos los que en aquella forma hubiesen sido llamados elijan sus representantes y estos hayan de reunirse á la mayor brevedad en esta Capital.[]

La Junta hizo una circular el 27 de mayo solicitando la elección de los diputados:

Asimismo, importa que V. quede entendido que los diputados han de irse incorporando en esta junta, conforme y por el orden de su llegada á la capital, para que así se hagan de la parte de confianza pública que conviene al mejor servicio del rey y gobierno de los pueblos, imponiéndose con cuanta anticipación conviene á la formación de la general de los graves asuntos que tocan al gobierno. Por lo mismo, se habrá de acelerar el envío de diputados, entendiendo deber ser uno por cada ciudad ó villa de las provincias, considerando que la ambición de los extranjeros puede excitarse á aprovechar la dilación en la reunión para defraudar á Su Majestad los legítimos derechos que se trata de preservar.[]

El haber derrocado al virrey y a la junta que en principio se había formado para representarlo, reemplazándolos por la Primera Junta fue algo escandaloso para muchos y por lo tanto las primeras reacciones en el virreinato ante lo sucedido no fueron las mejores:

En Córdoba se armó una contrarrevolución, presidida por Liniers.

Mendoza tuvo algunas reticencias en aceptar a la nueva Junta.

En Salta hubo muchas discusiones.

La resistencia fue activa en el Alto Perú, Paraguay y Montevideo.

 

Medidas de gobierno

Durante su gestión (25 de mayo - 18 de diciembre), la Junta Provisional trató de afianzarse pese a la oposición de la Real Audiencia, el Cabildo, la resistencia de Córdoba y los preparativos bélicos del virrey del Perú, Fernando de Abascal.
Como primera medida envió una Circular al interior informando acerca de los acontecimientos en Buenos Aires y pedirles que enviaran representantes para incorporarlos a la Junta.
Para asegurar el triunfo de la revolución envió expediciones militares a Córdoba, al Alto Perú, al Paraguay y a la Banda Oriental.
Entre las medidas de carácter social merece destacarse la concesión de derechos políticos a los aborígenes y la elaboración de normas para facilitar la venta de terrenos a los agricultores.
En el aspecto económico, favoreció el libre comercio, redactó un nuevo reglamento para la actividad comercial, ordenó la apertura de puertos como Maldonado y La Ensenada, persiguió el contrabando y protegió la industria minera.
Dispuso además la reorganización del ejército, creó una escuadrilla naval y se abrió, por iniciativa de
Manuel Belgrano, una escuela de matemática.

 

La primera crisis de gobierno

A medida que la revolución era reconocida por las ciudades del interior y lograba consolidarse, Mariano Moreno (con el apoyo de Belgrano, Castelli, Paso Larrea Azcuénaga y la juventud porteña) señala la necesidad de convocar a un congreso general para organizar el estado de manera definitiva aspirando con ello a una organización constitucional basada en la soberanía popular. La posición del presidente de la junta era más moderada. Sosteniendo que se debía continuar ejerciendo la soberanía popular mediante el gobierno provisorio y postergar la definición sobre la forma de gobierno. Esta diferencia provoca la primera crisis del gobierno cuando Moreno presenta un proyecto de decreto sobre la suspensión de honores (no hacia la junta como institución de gobierno sino hacia el presidente de la misma) decreto que Saavedra debió aprobar.

Las ciudades del interior envían a Buenos Aires sus representantes revolucionarios moderados que, en general, defendían el derecho de los pueblos a participar del gobierno al tiempo que recelaban de la supremacía de la capital. Mariano Moreno se oponía a integrarlos a la Junta ya que, como sabemos, pensaba que debían conformar el "congreso general de los pueblos" para sancionar una constitución estableciendo de esa manera una forma definitiva de gobierno. Aduciendo además y con justa razón, que el aumento en la cantidad de integrantes de la junta sería un atentado contra la rapidez en la toma de decisiones y la unidad de criterio. El tema fue debatido y votado ganando la integración principalmente por razones de "conveniencia pública".

 

Conflictos internos

La Junta de Gobierno de 1810 fue el primer paso hacia nuestra independencia. Fue un camino largo y difícil el que emprendieron aquellos hombres. Hubo desencuentros y acuerdos, pero todos compartían el mismo objetivo: la libertad. Una vez constituida la Junta surgieron dos facciones lideradas por Mariano Moreno y Cornelio Saavedra respectivamente. El antagonismo residía en la forma de resolver los problemas de gobierno. Los "Saavedristas" no compartían las nuevas teorías liberales y contaban con la adhesión de las tropas y la gente del interior. Los "morenistas" eran partidarios de las ideas de la ilustración, querían establecer un gobierno democrático y republicano. No contaban con el apoyo de las provincias y demostraron un acentuado porteñismo. El enfrentamiento se agudizó con la llegada a Buenos Aires de los diputados electos por los Cabildos del Interior. Los "Saavedristas" querían incorporar los diputados a la Junta en carácter de vocales. Esta opinión era compartida por el Deán Gregorio Funes, representante de Córdoba. Los "morenistas", en cambio, eran partidarios de que los diputados formaran un cuerpo separado encargado de dictar una Constitución.
La disputa culminó con el alejamiento de Moreno al frente de una misión diplomática.

 

La revolución en el interior

Sabemos que la revolución se inició en Buenos Aires y sabemos también que había en el interior, principalmente por parte de los criollos, intenciones de cambio que se encontraban trabadas por la rivalidad con la capital lo que entorpece de sobremanera el reconocimiento del nuevo gobierno.

La junta fue reconocida rápidamente por Santa Fe, Concepción del Uruguay, Gualeguay, Gualeguaychú y Corrientes; adhesión que resulto altamente importante a efectos de aislar los centros contrarrevolucionarios de Córdoba, Montevideo y Paraguay.

Las distintas gobernaciones – intendencias que conforman el virreinato van lentamente definiéndose a favor o en contra de la revolución de la siguiente manera:

 

Gobernación – Intendencia de Córdoba del Tucumán: Córdoba, capital de la intendencia y clave de las comunicaciones con el alto Perú y chile fue centro, como ya vimos, de la acción contrarrevolucionaria organizada por Liniers al que el pueblo no apoyo y quien fue muerto por el ejercito revolucionario. Al asumir Pueyrredón se envía un diputado a la junta. La rioja y San Luis: reconocen la junta. Mendoza: cuyas autoridades aspiraban a ser elevadas de rango, en un principio no reconoce la junta hasta que el Cabildo, mediante la mayoría criolla, la reconoce. San Juan: reconoce la junta y le jura obediencia.

Gobernación – Intendencia de Salta del Tucumán: En Salta, capital de la intendencia; el cabildo abierto decide acatar la junta. Mientras tanto, la situación de Jujuy se encontraba muy comprometida ya que se temía la intervención de las fuerzas del alto Perú y los enfrentamientos que podían producirse en la capital de la intendencia; al avanzar las fuerzas revolucionarias jura la junta y envía un diputado. Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero reconocen la junta.

Gobernación – Intendencia del Alto Perú: las autoridades de Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz se manifiestan en contra de la revolución y organizaron fuerzas que se contactaron con los contrarrevolucionarios de Córdoba. El Virrey Abascal de Perú proclamó rebeldes a los juntistas y decide anexar a su virreinato las provincias del alto Perú disponiendo para ello el envío de tropas que debían fortalecer a las autoridades.

Gobernación – Intendencia del Paraguay: resuelve jurar el consejo de Regencia y no reconocer la Junta Gubernativa de Buenos Aires. Basa su decisión en las rivalidades comerciales que existían entre las dos ciudades ya que buenos aires controlaba el comercio fluvial y fijaba los precios de la yerba mate (principal producto de la región)

El Gobierno Militar de Montevideo: era el puerto mercantil rival de Buenos Aires. Sus autoridades rechazan la junta y reconocen al consejo de regencia. Los cabildos de Colonia, Soriano y Maldonado se pliegan a la revolución, pero las autoridades montevideanas e logran imponer en el territorio.

El Gobierno Militar de Misiones: el gobernador acata la junta ante una posición peligrosa por la posibilidad de un avance portugués o del Paraguay.

Conclusión

Los criollos querían gobernarse, y vieron en la decadencia española la oportunidad de realizar dicho ideal. Al mismo tiempo se vieron en la "necesidad" absoluta de tomar las riendas del poder ante el peligro inminente de caer en manos de un nuevo "colonizador" (Portugal o Gran Bretaña) por la incapacidad de la corona española de defender sus dominios en América.

Es evidente asimismo que los peninsulares no querían perder su posición privilegiada en el virreinato, razón por la que apoyaban al virrey y su poder; asimismo surgía en los criollos la necesidad de participar activamente de las decisiones que forjarían su propio futuro, por lo que se ven impulsados a dicha revolución.

He de destacar que, si bien en un principio la "independencia" no fue el causal principal de dicha revolución, el avance de los nuevos ideales hizo que la misma se convirtiera en una necesidad inmediata, necesidad que se ve satisfecha con el congreso de 1816.-

 

La Junta Grande (1810-1811)

Con la integración de los diputados del interior por orden de ésta, la Primera Junta se transformó en la Junta Grande, constituyéndose el primer gobierno con representación nacional el 18 de diciembre de 1810. Sin embargo, el excesivo número de sus miembros y las múltiples tendencias internas dieron lentitud a sus tareas.

La juventud porteña, seguidora de las ideas de Mariano Moreno, insistía en la necesidad de un congreso general que sancionara la constitución y abordara el tema de la independencia. Estos jóvenes organizaron la Sociedad Patriótica para difundir sus principios.

 

Frentes de la Guerra por la Independencia

 

La guerra iniciada contra los funcionarios españoles que no reconocían el nuevo gobierno se extendió al Alto Perú, el Paraguay y la Banda Oriental.

En el Alto Perú las fuerzas revolucionarias, enviadas por la Primera Junta, obtuvieron la victoria de Suipacha (7 de noviembre de 1810) liberaron Potosí y expandieron la revolución en la región. Sin embargo, el triunfo no pudo mantenerse, el ejército español recibió refuerzos del Perú y logró vencer en Huaqui (20 de junio de 1811). Los revolucionarios debieron retirarse hasta Jujuy y los absolutistas recuperaron la región.

En el Paraguay una expedición dirigida por Belgrano debía lograr el reconocimiento del gobierno de Buenos Aires. Las fuerzas porteñas fueron derrotadas en Paraguarí (9 de enero de 1811) y Tacuarí (9 de marzo de 1811). No obstante, el 14 de mayo de 1811 estalló en Asunción una revolución liderada por liberales que destituyó al gobernador y estableció una Junta local. Desacuerdos con el gobierno de Buenos Aires impusieron una política aislacionista que mantuvo al Paraguay al margen de la guerra por la independencia.

En la Banda Oriental estalló una insurrección de la población rural contra las autoridades españolas de Montevideo. El movimiento cobró fuerza bajo la jefatura del hacendado José Gervasio de Artigas.

El gobierno de Buenos Aires decidió el envío de fuerzas que, junto con los orientales, vencieron en Las Piedras a las tropas de Francisco Javier de Elío (gobernador realista de Montevideo) y pusieron sitio a Montevideo en junio de 1811. Sin embargo, la ciudad estaba perfectamente amurallada y resistió. La flota española dominó el río y bloqueó el puerto de Buenos Aires.

 

Transformación del Gobierno

 

A mediados de 1811 la situación militar se tornó desfavorable. La derrota de las fuerzas revolucionarias en Huaqui dejó el Alto Perú en manos enemigas e interrumpió el comercio con Potosí. La Junta decidió enviar a Saavedra al Norte para reorganizar el ejército y frenar la posible invasión española; el gobierno quedó así sin su principal autoridad. En la Banda Oriental, el ejército revolucionario había puesto sitio a Montevideo. Elío, designado virrey del Río de la Plata, contaba con la flota de Montevideo, con la cual dominaba los ríos y bloqueaba Buenos Aires.

Finalmente, buscando proceder con celeridad, se decidió el 8 de septiembre de 1811 la creación de un Ejecutivo de tres miembros, responsables ante la Junta.

 

El Primer Triunvirato (1811-1812)

 

El Primer Triunvirato asumió el 23 de septiembre de 1811, integrado por Feliciano Chiclana, Juan José Paso y Manuel de Sarratea, con Bernardino Rivadavia, José Julián Pérez y Vicente López y Planes como secretarios. La Junta Conservadora se abocó a la tarea de elaborar un documento para establecer las atribuciones de cada poder y el funcionamiento del gobierno, redactando el 22 de octubre de 1811 un Reglamento de división de poderes. El Poder Ejecutivo se delegaba en el Triunvirato, que respondía ante la Junta Conservadora.

El Triunvirato disolvió esta Junta por considerar que ella se reservaba excesivos poderes, dejó sin efecto el Reglamento Orgánico, lo reemplazó por un Estatuto provisional y asumió la totalidad del gobierno. En diciembre de 1811 estalló un golpe contra el Triunvirato y tropas del gobierno lo reprimieron. El Triunvirato suprimió las juntas provinciales, demostrando su tendencia centralista. También postergó la definición del tema de la independencia y la Constitución.

Desarrollo de la Guerra por la Independencia

El Triunvirato mantuvo la política de aparentar fidelidad a Fernando VII, aunque la guerra continuó. En el Norte una invasión de fuerzas absolutistas fue vencida en Tucumán por Belgrano, quien había desobedecido órdenes que lo obligaban a retroceder hasta Córdoba.

En el Litoral, fuerzas portuguesas avanzaron sobre la Banda Oriental, en apoyo de los realistas de Montevideo. El Triunvirato decidió negociar un armisticio el 20 de octubre de 1811, mediante el que puso fin al sitio de Montevideo y tanto las tropas de Buenos Aires como las portuguesas se retirarían de la Banda Oriental. Artigas rechazó el acuerdo y se trasladó con gran parte de la población oriental al Campamento de Ayuí, episodio conocido como el éxodo del pueblo oriental.

 

Logia Lautaro

La Logia Lautaro era una sociedad secreta, integrada por un grupo de jóvenes americanos, con la finalidad de luchar por la independencia y la organización constitucional de América. La Logia matriz residía en Buenos Aires y estaba presidida por Carlos María de Alvear.

Revolución del 8 de octubre de 1812

Finalmente, la Logia decidió dar un golpe de fuerza. Movilizó a las tropas exigiendo una renovación de los miembros del gobierno y la Sociedad Patriótica (quien en un principio apoyaba al gobierno, pero luego comenzó a criticarlo) recurrió a las peticiones públicas y a la movilización de vecinos. El 8 de octubre de 1812 la Logia Lautaro, no conforme con la postura conservadora del gobierno, organizó un movimiento que lo derrocó y formó el Segundo Triunvirato con personas de su confianza.

 

El Segundo Triunvirato (1812-1814)

El nuevo gobierno, integrado por Nicolás Rodríguez Peña, Antonio Álvarez Jonte y Juan José Paso asumió el 8 de octubre de 1812. Su disposición más importante fue la convocatoria a la Asamblea General Constituyente de 1813.

Desarrollo de la Guerra

Logró superar el enfrentamiento con Artigas ordenando la reanudación del sitio de Montevideo. En el Norte apoyó con auxilios a Belgrano, quien recuperó el territorio después de la victoria de Salta (20 de febrero de 1813) e inició la segunda campaña al Alto Perú, recuperando las provincias norteñas y alto peruanas

 

 

 

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